MADRID, 5 Ene. (EDIZIONES) -
Una de las quejas más frecuentes de los pacientes es que sus médicos son fríos, no sienten empatía con sus pacientes. Eso sí, según asegura a Infosalus el experto en comunicación en el ámbito sanitario José Mari Iribarren, "esto no es lo predominante", aunque siempre "la experiencia mala cuenta como cuatro".
Según recuerda, la comunicación es una de las aptitudes que debe desarrollar el profesional sanitario a lo largo de su carrera, ya que la comunicación no sólo impacta en la calidad percibida, en la sensación que se te queda después de que un médico o enfermera que sea más o menos sensible te hay atendido, sino también en el proceso asistencial.
"Es fundamental que entiendas bien la medicación que tienes que tomar especialmente si eres un enfermo crónico. También, por ejemplo, una persona con un infarto debe mejorar sus hábitos, y para ello es fundamental las pautas y cómo se las comunique el profesional sanitario. La capacidad del personal sanitario de involucrar al paciente en ese proceso influye en el resultado final y hay abundante evidencia científica que así lo respalda", subraya.
Iribarren acaba de publicar 'Conversaciones con pacientes' (Next Door Publishers), un manual que contiene 12 relatos basados en hechos reales sobre las relaciones profundas y complejas que se establecen entre los profesionales de la salud y sus pacientes. Cada capítulo plantea un reto comunicativo y termina con la recapitulación de las claves para su resolución porque, según resalta, "la comunicación es determinante para alcanzar los objetivos últimos de cualquier profesión sanitaria: la curación, la recuperación, el cuidado y el acompañamiento de los pacientes".
Es director del Centro sociosanitario Bidealde en Cizur Menor (Navarra), y entre 2011 y 2015 fue director de Atención al Paciente y Calidad del Servicio Navarro de Salud. Está especializado en comunicación en el ámbito sanitario, y en 2016 creó una empresa con la que ha formado a cientos de profesionales sanitarios en comunicación con pacientes, y comunicación para la seguridad del paciente.
Así, este experto en comunicación en el ámbito sanitario lamenta cómo la COVID-19 ha convertido en "terreno hostil" el campo de la comunicación con el paciente. "En el propio tratamiento del coronavirus se han impuesto obstáculos muy grandes para la comunicación. Si tú estás ingresado en la planta COVID con coronavirus y las personas que te atienden están con un EPI, un buzo, con gafas protección, y con la mascarilla, la comunicación obviamente se dificulta, así como la parte más humana de la comunicación, de esa relación", señala.
Antes se le podía coger de la mano a esa persona ingresada que está grave y solo y que no puede tener a su familia al lado, según subraya, mientras que ahora se puede hacer con un guante, por lo que de partida, reconoce, el entorno es aún más difícil: "El hecho de que en muchas ocasiones no haya una visión clara del cara a cara, eso dificulta, en contra de la voluntad de todo el mundo. Una persona en UCI está realmente mal y ve a algún equipo de personas que se dejan la vida por él, pero con barreras de contacto, algo que hace que esto sea dramático, y que también genera un impacto emocional en todos los intervinientes".
Cuando se limita el contacto humano se limita la capacidad de comunicación y recuerda que, por ejemplo, al llevar la mascarilla no sabemos si la otra persona está sonriendo o qué hace. No obstante, Iribarren subraya que todo esto se está intentando minimizar y contrarrestar con una mejora en las condiciones, y dentro de sus capacidades, redoblando la sensibilidad de cada uno.
"El médico elige serlo, pero los pacientes no escogen estar enfermos. Con la COVID-19 el campo de la comunicación adquiere más dimensión porque como sociedad tenemos que destacar la situación tan difícil que atraviesan los sanitarios, a veces hasta dramáticas, y que probablemente tendrán consecuencias de impacto emocional en los profesionales", destaca, al mismo tiempo que aporta las 5 claves para una comunicación de éxito con el paciente:
1.- Ten claros los objetivos de cada conversación: Qué resultados, qué beneficios esperas de la conversación con tu paciente, y cómo se relacionan estos con el objetivo primordial de la asistencia sanitaria, el proporcionarle la atención adecuada en cada caso.
2.- Empatía y compasión: Como profesional sanitario te diferencian muchas cosas de tus pacientes, pero de todas ellas, hay una fundamental, tú has elegido tu papel pero tu paciente no. Él participa en contra de su voluntad y, por tanto, está en desventaja. Acepta, reconoce, legitima y trabaja sus preocupaciones, sus frustraciones, sus miedos y expectativas, porque todo ese conjunto de sensaciones y sentimientos influye.
3.- Genera un entorno de confianza. Ésta se construye mediante pequeños gestos que establecen un entorno en el que se facilita la comunicación: Preséntate y usa el nombre de tu paciente y de sus acompañantes, mira a los ojos, sonríe, maneja las posiciones para generar un ambiente íntimo y discreto.
4.- Explora el máximo de información.
5.- Construye un discurso efectivo. ¿De verdad crees que tu paciente va a retener un discurso ininterrumpido de 15 minutos en el que le explicas aspectos técnicos de su enfermedad, un tratamiento de 6 meses y un pronóstico incierto? Como en un periódico, selecciona tus titulares, estructura tu discurso, ofrece pequeñas porciones de información, comprueba el grado de entendimiento de tu exposición y, si procede, aclara lo necesario.
"La comunicación no sólo resulta efectiva sino además preventiva, y se encuentra en la esencia de la entrega, de la comprensión, de la atención plena, de la sensibilidad, del conocimiento; sin ninguna duda mejora los resultados en los pacientes", concluye José Mari Iribarren.