Foto: EP/REMITIDO
MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Sólo el 26 por ciento de las empresas europeas han adoptado medidas para reducir el estrés laboral, según la última encuesta europea sobre riesgos nuevos y emergentes en las empresas de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-Osha) realizada a directivos y representantes de trabajadores de 31 países europeos, incluidos los 27 Estados miembros de la Unión Europea.
Sin embargo, de esta encuesta también se desprende que el 79 por ciento de los directivos están preocupados por los efectos del estrés laboral, por lo que la importancia de este síntoma se sitúa ya al mismo nivel que los accidentes en el lugar de trabajo a la hora de diseñar las políticas de prevención de riesgos laborales en las empresas.
Según los últimos datos de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo, los países de la Unión Europea invierten 20.000 millones de euros al año para combatir el estrés laboral.
Para informar a las empresas de la región de la utilidad de implantar políticas de conciliación en su gestión de recursos humanos que permitan paliar las disfunciones psicofisiológicas, ansiedad y perturbaciones que generan el estrés, la Cámara de Comercio de Madrid ha celebrado este lunes la jornada 'Estrés: motor o freno', enmarcada en el servicio Concilia Madrid de la entidad cameral, con la colaboración de Mosaic.
La directora de Promoción Empresarial de la Cámara, Mariola Olivera, ha explicado en la inauguración de esta jornada que la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo señala que sólo en España, las bajas laborales relacionadas con el estrés suponen unas pérdidas anuales de 2.000 millones de euros.
El estrés laboral afecta en España a más del 40 por ciento de las personas asalariadas y en torno al 50 por ciento de los empresarios. Este hecho genera la pérdida de más del 10 por ciento del producto interior bruto (PIB), según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
A ello se añade que el estrés laboral puede derivar en "la pérdida del 50 por ciento al 60 por ciento de las jornadas" del trabajador, según ha explicado en la jornada el especialista en técnicas de relajación, dirección de empresas y personal, Miguel Bru.
SÍNTOMAS EN 3 FACETAS
Bru ha especificado también que los síntomas de una persona con sobrecarga de trabajo se manifiestan en tres facetas: en cuanto al pensamiento, tiende a darle vueltas a situaciones desagradables, interpreta negativamente lo que se le dice y manifiesta obsesión; en el terreno de las emociones, es una persona desanimada, con sensación de impotencia y que no percibe apoyo social; y en lo corporal, arroja síntomas de cansancio, crispación e insomnio, entre otros.
Por último, la psicóloga y formadora Laia Monserrat ha explicado que prevenir adecuadamente el estrés en la empresa puede convertirse en un importante motor para su actividad. El desarrollo de medidas de conciliación tiene que ser considerado como una estrategia productiva y una ventaja competitiva que ayude a las empresas a mejorar la organización del trabajo y, por tanto, a incrementar su competitividad, innovación y productividad.
La gestión del estrés en la empresa es un factor motriz "siempre y cuando se creen las condiciones necesarias para que las personas aprendan a movilizar sus recursos personales para fortalecerse frente a situaciones difíciles o potencialmente estresantes, a la vez que la empresa se organice para generar el menor grado posible de sobrecarga en los empleados", ha añadido.
La Cámara de Comercio, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y los dos sindicatos mayoritarios (UGT y Comisiones Obreras), creó el servicio Concilia Madrid en noviembre de 2008. Conjuntamente, a través de la Red Concilia, promueven una política activa de conciliación en las empresas madrileñas y dan a conocer las mejores prácticas empresariales en este sentido.
A través del servicio Concilia Madrid de la Cámara, un equipo de profesionales asesora de forma gratuita a las empresas madrileñas para la adopción de medidas de mejora del clima laboral e igualdad en los centros de trabajo. Este servicio en el que colabora la entidad cameral tiene como objetivo promover la productividad y la competitividad de las empresas de la región.