Un simple análisis de sangre puede revelar con precisión la neurodegeneración

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Publicado: lunes, 7 junio 2021 17:54

MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio sobre más de 3.000 personas, dirigido por el King's College de Londres (Reino Unido) en colaboración con la Universidad de Lund (Suecia), ha demostrado por primera vez que un único biomarcador puede indicar con precisión la presencia de una neurodegeneración subyacente en personas con problemas cognitivos.

Los niveles de una proteína llamada cadena ligera de neurofilamentos (NfL) en la sangre pueden identificar a quienes podrían padecer enfermedades neurodegenerativas como el síndrome de Down, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la demencia frontotemporal, cuando los síntomas clínicos no son definitivos.

La investigación, publicada en la revista científica 'Nature Communications', ha determinado un conjunto de niveles de corte de NfL relacionados con la edad que podrían informar sobre su posible uso en entornos de atención primaria a través de un simple análisis de sangre.

"Por primera vez hemos demostrado, en una serie de trastornos, que un único biomarcador puede indicar la presencia de una neurodegeneración subyacente con una precisión excelente. Aunque no es específico de ningún trastorno, podría ser útil en servicios como las clínicas de memoria como herramienta de cribado rápido para identificar si los problemas de memoria, pensamiento o psiquiátricos son consecuencia de la neurodegeneración", explica el doctor Abdul Hye, coautor del estudio.

Las enfermedades neurodegenerativas dan lugar a una degeneración o muerte continua de las células nerviosas, lo que provoca problemas de pensamiento, atención y memoria. Para ayudar a identificar la aparición de estas enfermedades debilitantes y poner en marcha medidas preventivas lo antes posible, se ha impulsado el desarrollo de biomarcadores fiables y accesibles que puedan reconocer o descartar si se están produciendo los procesos cerebrales responsables de la neurodegeneración.

Los actuales biomarcadores utilizados para identificar trastornos neurodegenerativos se obtienen del líquido que rodea el cerebro y la columna vertebral (líquido cefalorraquídeo - LCR), que debe extraerse mediante un procedimiento invasivo llamado punción lumbar. Se ha avanzado en el uso de biomarcadores de la sangre, lo que permitiría una evaluación más accesible y cómoda.

Una característica central e irreversible en muchos trastornos neurodegenerativos es el daño a la fibra nerviosa, que da lugar a la liberación de la cadena ligera de neurofilamentos (NfL). Mediante pruebas ultrasensibles, la NfL puede detectarse en la sangre a niveles bajos y está aumentada en una serie de trastornos, a diferencia de la tau fosforilada, que es específica de la enfermedad de Alzheimer. Esto significa que la NfL puede ser útil en el proceso de diagnóstico de muchas enfermedades neurodegenerativas, sobre todo en este estudio la demencia por síndrome de Down, la ELA y la demencia frontotemporal.

"En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson o la enfermedad de la neurona motora, sería muy útil disponer de un análisis de sangre que permitiera un diagnóstico precoz y nos ayudara a controlar la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. La cadena ligera de neurofilamentos es un biomarcador prometedor que podría acelerar el diagnóstico de las enfermedades neurodegenerativas y acortar los ensayos clínicos", detalla otro de los autores, el profesor Ammar Al-Chalabi.

El estudio examinó 3138 muestras del King's College de Londres, la Universidad de Lund y la Iniciativa de Neuroimagen de la Enfermedad de Alzheimer, incluyendo a personas sin deterioro cognitivo, personas con trastornos neurodegenerativos, personas con síndrome de Down y personas con depresión.

El estudio demostró que las concentraciones de NfL en la sangre eran más elevadas en todos los trastornos neurodegenerativos en comparación con las personas sin problemas cognitivos, siendo las más elevadas en las personas con demencia por síndrome de Down, ELA y demencia frontotemporal.

La investigación también ha evidenciado que, aunque la NfL basada en la sangre no podía diferenciar entre todos los trastornos, sí podía proporcionar información sobre los diferentes grupos dentro de ciertos trastornos. Por ejemplo, en los enfermos de Parkinson, una concentración elevada de NfL indicaba un trastorno de Parkinson atípico, y en los pacientes con síndrome de Down, los niveles de NfL diferenciaban entre los que tenían y los que no tenían demencia.

"Este estudio muestra que los niveles de cadenas ligeras de neurofilamentos estaban particularmente aumentados en los adultos con síndrome de Down que tienen una predisposición genética a la enfermedad de Alzheimer. Además, hemos demostrado que los individuos con un diagnóstico de demencia tras la aparición de la enfermedad de Alzheimer tenían niveles más altos que los que no lo tenían. Esto sugiere que el nuevo marcador podría utilizarse potencialmente para mejorar el diagnóstico del Alzheimer en personas con síndrome de Down, así como para ser utilizado como biomarcador para mostrar si los tratamientos son eficaces o no. Es emocionante que lo único que se necesite sea un simple análisis de sangre, que se tolera mejor en las personas con síndrome de Down que los escáneres cerebrales", reflexiona el coautor Andre Strydom.

El estudio evaluó los umbrales o puntos de corte relacionados con la edad de las concentraciones de NfL que podrían representar el punto en el que un individuo recibiría un diagnóstico. Estos puntos de corte relacionados con la edad tuvieron una precisión del 90 por ciento para destacar la neurodegeneración en los mayores de 65 años y del 100% para detectar la enfermedad de la neurona motora y la demencia por síndrome de Down en las muestras del King's College London, con un resultado muy similar en las muestras de Lund.

Es importante destacar que la NfL fue capaz de distinguir a los individuos con depresión de los individuos con trastornos neurodegenerativos que suelen presentar un trastorno psiquiátrico primario en el inicio del desarrollo de la enfermedad, como la demencia frontotemporal.