MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
El investigador Jongeun You, de la Universidad de Colorado Denver (Estados Unidos), ha publicado un nuevo artículo de investigación en la revista 'The American Review of Public Administration', en el que revisa las políticas de salud pública de Corea del Sur para conocer cómo el país manejó el coronavirus desde enero hasta abril de 2020.
A medida que el mundo sigue vigilando de cerca una segunda ola de coronavirus, el gobierno de Corea del Sur ha podido mantener la enfermedad bajo control sin paralizar los sistemas sanitarios y económicos nacionales. De hecho, en ningún momento ha tenido que recurrir al confinamiento de toda la población, como sí han hecho España o Francia, para aplanar la curva del virus.
De acuerdo con la investigación, los factores críticos en la administración y gestión de la salud pública de Corea del Sur que condujeron al éxito incluyen los planes nacionales de enfermedades infecciosas, la colaboración con el sector privado, el riguroso rastreo de contactos, un sistema de atención médica adaptable y la comunicación impulsada por el gobierno.
"El Gobierno de Corea del Sur encontró proactivamente a los pacientes que contrajeron el coronavirus, divulgó al público los resultados epidemiológicos de los pacientes confirmados y proporcionó tratamientos diferenciados en función de la gravedad de los síntomas. A diferencia de otras grandes naciones, Corea del Sur tiene una estructura cultural e institucional mayormente homogénea, lo que permitió que las políticas establecidas por el gobierno fueran efectivas", detalla el científico.
El investigador explica, en primer lugar, que en enero los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC, por sus siglas en inglés), en asociación con la Sociedad Coreana de Medicina de Laboratorio y la Asociación Coreana de Servicios de Evaluación Externa de la Calidad, desarrollaron y evaluaron su PCR para el coronavirus. En febrero se autorizó y, al 9 de marzo, se habían producido 15.971 equipos de PCR, con capacidad para realizar pruebas a 522.700 personas.
Para el 15 de abril, Corea del Sur había examinado a 534.552 personas para detectar el coronavirus, lo que equivale a 10,4 personas por cada mil habitantes. Corea del Sur también operó 600 centros de detección (incluyendo 71 centros de autopsia), y más de 90 instituciones médicas evaluaron a personas con una prueba de PCR.
Corea del Sur realizó investigaciones epidemiológicas de campo "rigurosas y extensas" para los casos de coronavirus. Este proceso incluyó entrevistas con pacientes y la triangulación de múltiples fuentes de información (por ejemplo, registros médicos, datos de tarjetas de crédito y GPS). De hecho, una encuesta del Instituto para el Gobierno del Futuro en 2020 reveló que el 84 por ciento de los surcoreanos aceptaban la pérdida de la privacidad como una compensación necesaria para la seguridad de la salud pública.
El investigador también apunta que los gobiernos locales en Corea del Sur tienen una autonomía limitada y su gobernanza en materia de salud pública está centralizada, lo que permite a los organismos surcoreanos actuar con rapidez para aplicar las decisiones políticas a nivel local.
Igualmente, indica que tras el brote de MERS en 2015, el gobierno de Corea del Sur amplió las fronteras legales y administrativas en relación con las respuestas a la pandemia, lo que permitió a la administración pública reconocer los diferentes procedimientos. Por ejemplo, la Ley de control y prevención de enfermedades infecciosas se enmendó considerablemente para prevenir las enfermedades infecciosas y garantizar el derecho del público a saber mediante técnicas de vigilancia y rastreo.
Por último, el presupuesto de salud pública y los sistemas flexibles de gestión fiscal permitieron al Gobierno de Corea del Sur proporcionar recursos adecuados. El gobierno y el programa nacional de seguro médico asumieron el coste total de las pruebas de coronavirus, la cuarentena y el tratamiento de los ciudadanos y no ciudadanos coreanos.