MADRID 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La terapia multimodal, consistente en la realización de cirugía citorreductora y en la administración combinada de tratamientos de radioterapia o quimioterapia, se está posicionando como la mejor estrategia terapéutica para atacar los tumores malignos de la pleura, en particular el mesotelioma y el timoma en fase avanzada, según el doctor Josep Belda Sanchís, cirujano torácico y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
No obstante, el tratamiento multimodal "no siempre es eficaz" y, en el caso del mesotelioma, con una causa bien conocida de origen ocupacional, la medida más eficaz para combatirlo es la prevención mediante la regulación destinada a evitar la exposición al asbesto o amianto, han señalado expertos en las Reuniones de Invierno de las Áreas SEPAR en la Sesión Conjunta de las Áreas de Cirugía Torácica y Área de Oncología Torácica, dentro de la ponencia 'Valor de la Cirugía Citoreductora de la Patología Maligna Pleural'.
La cirugía citoreductora de la patología maligna pleural es una modalidad de tratamiento quirúrgico que tiene como objetivo extirpar por completo el tumor visible (técnicamente, una resección macroscópica del tumor), tanto si se trata de un tumor primario de la pleura, llamado mesotelioma, como si se trata de la extensión de un tumor que se origina en otra parte del cuerpo, como por ejemplo un timoma, que nace en el timo, una glándula que se encuentra debajo del pecho y que produce los linfocitos, células que se encargan de la defensa del organismo.
"A veces no se consigue una eliminación de todo el tumor, sino que quedan focos microscópicos del mismo y es necesario combinar la cirugía citoreductora con otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia que se administran al paciente antes o después de la cirugía. A esta combinación de tratamientos se la denomina terapia multimodal y numerosos estudios han mostrado que tiene un beneficio terapéutico en términos de prolongación de la supervivencia de los enfermos", destaca Belda.
Tanto el mesotelioma como el timoma se pueden tratar mediante terapia multimodal, en todos los casos en que es posible, primero se extirpa el tumor y, cuando no es posible, se aplica radioterapia o quimioterapia antes de la cirugía para poder reducir el tamaño
del tumor y extirparlo tras administrar estos tratamientos o después para completar el tratamiento quirúrgico.
Además de la terapia multimodal, "la clave del éxito terapéutico en este tipo de tumores radica en que el equipo médico haga una buena selección de los enfermos, de manera que solo se intervenga a aquellos en los que las pruebas de imagen preoperatorias permitan prever que esta resección macroscópica será completa".
Asimismo, Belda recuerda que hay diversos factores que influyen en el pronóstico de caso: existen otros factores pronósticos de menor relevancia que la resección completa del tumor y que están relacionados sobre todo con el grado de extensión local y regional del tumor (definida por el sistema de estadificación TNM), la biología y estirpe histológica del tumor y la posibilidad de recibir de forma completa los tratamientos complementarios antes o
después de la cirugía.
En el caso del mesotelioma, las dificultades en el diagnóstico precoz, hacen que sea muy infrecuente logar la curación solo mediante la cirugía (o resección radical) y de ahí que sea preciso recurrir a otras técnicas de la terapia multimodal, según señala un artículo en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de SEPAR.
La terapia multimodal constituye una nueva opción para combatir los síntomas, mejorar la calidad de vida y prolongar la supervivencia e, incluso, lograr la curación en ciertos casos. Pero no existen estudios aleatorizados que hayan demostrado que la cirugía alarga la supervivencia.