MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona ha demostrado en ratones modelo de Alzheimer que la sensibilidad al dolor por un estímulo externo nocivo está preservada en todas las fases de la enfermedad, hasta la más avanzada, y que hay diferencias en la reacción sensorial y emocional de machos y hembras.
Los resultados validan el modelo animal con el que se ha realizado el estudio para investigar los comportamientos y mecanismos implicados en la reacción al dolor de personas con demencia y posibles tratamientos.
La investigación ha estudiado la reacción de los animales desde que son jóvenes hasta el envejecimiento, en fases que imitan desde la etapa asintomática hasta la neuropatológica avanzada de la enfermedad. El trabajo, realizado por la catedrática Lydia Giménez-Llort y el doctor Toni Cañete, investigadores del Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal y del Institut de Neurocincies (INc), se ha publicado en 'Frontiers in Aging Neuroscience'.
A partir de un estímulo térmico por calor, el estudio demuestra que la sensibilidad y la respuesta al dolor están preservadas durante todas las etapas de la enfermedad. Y ha caracterizado, por primera vez, diferencias según la edad y el sexo, a nivel de la respuesta sensorial y emocional. Así, las hembras tienen una mayor sensibilidad al dolor, mientras que los machos presentan una mayor afectación emocional (angustia, ansiedad y miedo).
Los investigadores han detectado también falsos negativos en el análisis a ciegas por edad y sexo, por lo que alertan de la necesidad de realizar estudios de ambos sexos de manera independiente.
"Nuestros resultados, junto con otros previos que hemos realizado para observar la reacción ante el frío, constatan que incluso en las fases más avanzadas de la enfermedad de Alzheimer hay sensibilidad al dolor nociceptivo, y revelan variables fenotípicas de la enfermedad para estudiar por sexo y edad los mecanismos fundamentales implicados", señala Lydia Giménez-Llort.
"Además, refuerzan resultados parecidos a los obtenidos en humanos con demencia en estudios previos, lo que valida el modelo de ratón con el que hemos hecho el estudio para investigar los comportamientos y mecanismos implicados en la reacción al dolor en estas personas y nuevos tratamientos", añade.
"La investigación también es de utilidad para avanzar en estudios preclínicos sobre el manejo del dolor en la demencia bajo una perspectiva de la medicina de género, con el objetivo de desarrollar terapias analgésicas específicas para cada sexo", añade Toni Cañete.