Ferran Sanz: "No podemos cortar alas a la investigación"
BARCELONA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El sector que representa la industria biotecnológica de España ha reclamado este lunes el uso investigador del 'big data' sanitario que generan centros de salud, como hospitales, "con garantías" sobre la protección de datos y apelando a criterios de salud, coincidiendo con la tramitación de la Ley de protección de datos en el Congreso.
Lo han dicho el subdirector de Farmaindustria, Javier Urzay; el copresidente de la Plataforma de Medicamentos Innovadores Ferran Sanz; el coordinador de la Plataforma Española de Nanomedicina, Josep Samitier, y el coordinador de la Plataforma Española de Tecnología Sanitaria, Ion Arocena.
En la presentación de la XI Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica, Sanz ha defendido el uso de datos masivos sanitarios para generar riqueza, salud de los ciudadanos y abaratar precios de fármacos: "Generemos todas las protecciones, pero no llevarlo a cabo podría perjudicar la salud pública en general".
"No podemos cortar alas a la investigación", ha referido Sanz, que ha coincidido con el resto de representantes con la necesidad de garantizar el anonimato con sistemas que eviten estratificar y llegar a la identificación de una persona.
NO VENTA DE DATOS
Los representantes han descartado que se esté hablando de vender datos sanitarios, y Urzay ha pedido "desdramatizar" esta aplicación, tras observar cada día hospitales y ambulatorios generan una ingente cantidad de datos sanitarios con avales éticos y regulatorios.
Su manejo sería para investigar sobre problemas que ahora no tienen solución, ha argumentado Urzay, que ha alegado también razones de solidaridad y contribución al bien común "con todas las salvaguardas de seguridad".
Lanuza ha puesto como ejemplo modelos nórdicos como Dinamarca en este cometido, mientras que Arocena ha roto una lanza a favor de esta aplicación para "mejorar la asistencia sanitaria y la investigación".
Urzay ha definido el del 'big data' y la medicina personalizada como los ejes centrales del foro, y Lanuza ha remarcado que España cuenta con "grandísimos grupos de investigación y grandísima tecnología que la sitúan en el top mundial del ámbito de nanotecnolgía", pero echa de menos programas impulsores.
Ha contrastado su éxito en el extranjero y ha dicho que de la Administración pública espera un marco regulatorio, y también planes como los que ha instaurado Reino Unido para acelerar la acción de 'startups' y pequeñas y medianas empresas del sector.
BALANCE "AGRIDULCE"
Samitier ha hecho un "balance agridulce" de la situación general del sector por la inversión destinada al ámbito I+D+i, en que ha dicho que las tasas han bajado de un 1,5% a un 1,19%, teniendo en cuenta también una caída del PIB: "Repartimos y destinamos menos proporción de un pastel que es más pequeño debido a la crisis".
Ha considerado "grave" que se den innovaciones legislativas que no favorecen la innovación, y ha lamentado lamenta la repercusión reclamaciones del IVA por parte de Hacienda en centros de investigación.
"La parte dulce es que pese a las difíciles, el sector ha mantenido el tirón y se está innovando", y España es el tercer país del mundo en publicaciones sobre nanotecnología, ha evidenciado.
PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA
Según ha evidenciado el subdirector de Farmaindustria y copresidente de la Plataforma de Medicamentos Innovadores, uno de cada tres estudios de I+D de nuevos medicamentos en Europa cuenta con participación española, convirtiéndose en uno de los países europeos con mejores condiciones para albergar ensayos clínicos.
"Estos datos reflejan una evolución muy positiva de la actividad investigadora de nuevos medicamentos en nuestro país, sobre todo teniendo en cuenta que esta rebaja del 20% en los tiempos de puesta en marcha de los ensayos clínicos se produce en un momento en el que las investigaciones son más complejas y costosas", ha añadido.
Además, ha recordado que, según las últimas estimaciones disponibles, investigar y desarrollar un medicamento, desde la fase preclínica hasta que llega al paciente, supone una inversión cercana a los 2.500 millones de euros para la compañía farmacéutica.