MADRID 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
Al menos medio millón de mujeres embarazadas se encuentran afectadas por las inundaciones en Pakistán, de las que unas 100.000 están en la última etapa del embarazo, según datos de Naciones Unidas, y, por tanto, según Save the Children, podrían verse obligadas a dar a luz en albergues temporales, sin acceso a agua potable ni asistencia médica, y a menudo rodeadas de agua contaminada.
"Sabemos que las madres están dando a luz en refugios poco preparados o atestados, a sólo unos pasos de aguas estancadas y contaminadas y de escombros. Y sabemos que el riesgo de los recién nacidos es extremo", alertan desde la organización.
La responsable de Programas Internacionales, Lucía Losoviz, advierte de que "las primeras horas en la vida de un niño en un país en desarrollo son las más peligrosas, sin las complicaciones añadidas que supone un desastre de este alcance".
"El hecho de encontrarse en situación de desplazamiento, el empobrecimiento, las condiciones de hacinamiento, las enfermedades y las infecciones están poniendo aún más en peligro las vidas de las madres y sus bebés en Pakistán", añade.
Ya antes de este desastre, Pakistán contaba con una alta tasa de mortalidad infantil. Uno de cada 20 bebés no sobrevivía a su primer mes de vida. "El dengue, la malaria, la diarrea y otras infecciones afectan a cientos de miles de personas. Todas estas enfermedades son tratables, pero pueden ser fatales --especialmente para los niños y niñas-- si no se cuidan y tratan bien", concluye.