Sanidad plantea una "captación activa" de pacientes para prevenir riesgos de enfermedades cardiovasculares

Saéz Aguado durante la presentación del estudio
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 27 noviembre 2017 12:26

Un estudio entre 2004 y 2014 concluye que los factores de riesgo aumentan pero desciende la mortalidad por las mejoras asistenciales

VALLADOLID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Sanidad baraja la posibilidad de llevar a cabo una "captación activa" de pacientes "jóvenes" para prevenir factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares que podrían presentar sin saberlo y sobre los que no se actúa dado que no acuden a su médico por no necesitarlo.

Así lo ha asegurado el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, tras presentar el estudio 'Riesgo de enfermedad cardiovascular en Castilla y Léon', que analiza la evolución de 2004 a 2014 de una población representativa de la Comunidad y que refleja que aunque se incrementan los factores de riesgo cardiovascular se reduce la mortalidad por las mejoras asistenciales.

En la actualidad, la tasa ajustada de mortalidad por enfermedades cardiovasculares es en Castilla y León 108,1 por 100.000 habitantes, un 11,6 por ciento inferior a la media nacional (122,4) y las tasas de mortalidad en el conjunto del país han bajado en un 55 por ciento entre los hombres y en un 59 entre las mujeres en los últimos 25 años.

Sáez Aguado ha explicado que, según la conclusiones del estudio llevado a cabo, con los avances y mejoras asistenciales actualmente es "difícil" reducir más las muertes por enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en Castilla y León, con un 30 por ciento del total de defunciones.

Sin embargo, ha señalado que esto sí se podría hacer mediante otras medidas para rebajar los factores que influyen en este tipo de muertes como los estilos de vida, que según algunos estudios son causa del 50 por ciento de las patologías, aunque las medidas asistenciales sean un factor importante en las de tipo cardiovascular.

Por ello, ha concretado que es necesario "ajustar fórmulas" de cálculos del riesgo que suponen estas enfermedades cardiovasculares, ya que la mortalidad está sobredimensionada, pues ahora es menor, pero al mismo tiempo se plantea qué hacerse con una población adulta pero joven que habitualmente no sabe que padece estos procesos.

Sáez Aguado ha señalado a personas de entre 35 y 55 años que accede poco al sistema de salud por no necesitarlo y desconoce que presenta algún factor de riesgo que sí se podría detectar a través de Atención Primaria.

Por ello, se plantea si es conveniente avanzar en la "captación activa" de esta población, entre la que los hombres estarían afectados "con más intensidad", para llevar a cabo este tipo de acciones similares a las preventivas que se desarrollan sobre otras patologías como el diagnóstico precoz de algunos tumores, por ejemplo.

Se trataría de incidir en los hábitos de vida y las decisiones que toman las personas a este respecto, por lo que son medidas que también se podrían trabajar en el ámbito educativo y en el comunitario, pero que en cualquier caso trasladarán al conjunto de la organización sanitaria y a la sociedad en general a la vista de los resultados.

ESTUDIO DE DIEZ AÑOS

El estudio llevado a cabo analiza la morbilidad y mortalidad a diez años -desde 2004 hasta 2014- de la población de la muestra, un total de 4.013 personas (mayores de 15 años y distribuidas homogéneamente entre las once áreas de salud), con el objetivo de ajustar los modelos de riesgo utilizados por los profesionales.

El examen de salud fue realizado por los equipos de Atención Primaria y consistió en una valoración de los antecedentes médicos, una exploración clínica y una serie de análisis bioquímicos y hematológicos en una muestra de sangre.

En 2009 se volvió a contactar con las personas de la muestra original para conocer la evolución de los factores de riesgo cardiovascular a los cinco años y se les realizó un segundo examen de salud y análisis clínicos de sangre y orina. En conjunto, se obtuvo información de más del 80 por ciento de la población inicial de 2004. En 2014 se repitió una vez más el examen de salud y la analítica a 3.350 personas que permanecían en situación de alta en la tarjeta sanitaria de Sacyl.

Para iniciar el estudio (en el que han participado más de 1.000 profesionales) se realizaron y revisaron más de 2.000 electrocardiogramas y se almacenaron para las siguientes fases de la investigación más de 20.000 tubos con muestras biológicas de las personas encuestadas, una parte de las cuales se encuentran depositadas en el Banco nacional de ADN para su contribución a la investigación sobre enfermedades cardiológicas.

Uno de los primeros resultados apunta a que en Castilla y León el riesgo cardiovascular global es moderado, en línea con el área mediterránea, algo que se concluye tras analizar seis variables (presión arterial; diabetes mellitus y trastornos de la regulación de la glucosa; lipoproteínas -colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y triglicéridos-; el hábito de fumar y consumo de cigarrillos; el sobrepeso y la obesidad; y el síndrome metabólico).

Así, se ha observado que mientras en 2004 la prevalencia de hipertensos en la cohorte estudiada era del 41,09 por ciento, en 2014 se había incrementado hasta el 55,66, con el máximo aumento entre las personas con edades comprendidas entre los 45 y 59 años (más de 20 puntos porcentuales al pasar de un 30,50 a un 54,82 por ciento). La incidencia fue más elevada en hombres que en mujeres y más alta en las zonas rurales que en las urbanas y semiurbanas.

También ha aumentado la prevalencia de la diabetes mellitus. En 2004 el 9,89 por ciento de los encuestados eran diabéticos y en 2014 este porcentaje ascendía hasta el 15,62. En el caso de los varones se pasó de un 10,98 a un 17,67, mientras que en el de las mujeres fue de un 8,90 a un 13,94 por ciento. En la población estudiada en 2014 había un 7,76 por ciento de nuevos diagnósticos -218 de un total de 2.810-.

Por otro lado, el número de personas con hipercolesterolemia de la cohorte ha aumentado en 20 puntos, de un 29,73 a un 49,96 por ciento. El 19,68 por ciento de los casos (553 de 2.810 estudios) eran nuevos diagnósticos en 2014, mientras que un 30,28 por ciento eran ya hipercolesterolémicos conocidos en 2004.

Destacan en estos tres primeros parámetros analizados el aumento que se produce entre los menores de 40 años durante la década estudiada, ya que en la hipertensión se pasa de un 5,90 a un 15,34 por ciento en las edades comprendidas entre los 15 y los 34 años y de un 16,19 por ciento a un 31,71 para los que tenían entre 35 y 39 años.

Entre los diabéticos el porcentaje se incrementa desde un 1,26 hasta un 3,61 para la cohorte de edad de entre los 15 y los 39 años y en el caso de la hipercolesterolemia se pasa de un 7,54 a un 23,29 por ciento para los que contaban con edades entre los 15 y los 34 años y de un 18,18 a un 35,07 por ciento para aquellos que tenían entre 35 y 39 años.

El número de fumadores, sin embargo, ha disminuido en más de cuatro puntos porcentuales a lo largo de la década (del 23,62 al 19,36 por ciento).

Otra de las variables analizadas ha sido la obesidad y el sobrepeso. Las personas obesas han pasado de ser el 22,99 por ciento en 2004 a un 27,62 en 2014, con un incremento de cerca de 4,6 puntos porcentuales. Solamente se observa una disminución en la cohorte de edad comprendida entre los 70 y los 74 años. Además, el 21,36 por ciento de las personas que en 2004 tenían sobrepeso en 2014 tenían obesidad.

Por último, se analizó la evolución de la prevalencia de personas con síndrome metabólico, aquellos con mayor riesgo cardiovascular. La proporción se mantiene prácticamente invariable, pues se pasa del 16,08 en 2004 al 16,63 por ciento en el año 2014. Destaca que esta prevalencia llega a duplicarse en el caso de los menores de 35 años.