Guía para saber cuándo el bebé está preparado para dejar el pañal: hacer la transición sin ansiedades ni traumas

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Archivo - Niña en orinal - ABELENA/ ISTOCK - Archivo
Actualizado: lunes, 21 julio 2025 9:12

   MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Uno de cada cinco padres dice que su hijo tuvo durante el entrenamiento para aprender a usar el baño y otro de cada cinco dice que el proceso fue más difícil de lo que esperaban, según la Encuesta Nacional sobre Salud Infantil del Hospital de Niños CS Mott de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).

   "Aprender a usar el baño es un paso importante en el desarrollo de un niño pequeño y requiere tiempo, paciencia y constancia", relata la codirectora de Mott Poll y pediatra de Mott, la doctora Susan Woolford.

   Nuestro informe demuestra que los padres están abordando el entrenamiento para ir al baño con cuidado, pero para muchas familias y sus hijos, el proceso suele conllevar contratiempos, frustraciones y momentos de incertidumbre.

   El informe representativo a nivel nacional, basado en 820 respuestas de padres de niños de uno a seis años, reveló que más de la mitad de los padres comenzaron a enseñarles a ir al baño alrededor de los dos años. Sin embargo, el 21% comenzó antes y otro 22% esperó hasta los tres años. La mayoría consideró que eligió el momento adecuado, aunque un pequeño número dijo que quizás habían empezado demasiado pronto o demasiado tarde.

   Los padres consideraron diversas razones antes de empezar a enseñarles a ir al baño. Algunos necesitaban que sus hijos dejaran de usar pañales para entrar a la guardería o al preescolar. Otros se vieron motivados por el precio de los pañales; uno de cada cinco afirmó que esta carga económica influyó en la decisión.

SEÑALES DE CUÁNDO ESTÁ LISTO

   "Esperar hasta que un niño esté realmente listo puede facilitar el proceso para todos", matiza Woolford. "Adelantarse demasiado suele generar frustración y retrasos. Pero algunas familias no tienen la flexibilidad para esperar". Las señales de preparación pueden incluir mantenerse seco por más tiempo, mostrar interés en el baño, seguir instrucciones sencillas y ser capaz de vestirse o desvestirse solo. Algunos niños también pueden esconderse cuando necesitan ir al baño o empezar a imitar el comportamiento de los adultos.

   Entre los padres que informaron tener dificultades, los desafíos más comunes incluyeron la negativa del niño a cooperar, los horarios familiares ocupados, la coordinación entre el hogar y la guardería y las interrupciones en el hogar.

   Los niños pueden resistirse por diversas razones, señala Woolford, desde el miedo al ruido de la cisterna hasta la incomodidad con los inodoros para adultos. Algunos pueden tener dificultades con este tipo de cambio. Incluso después de progresar, la regresión es común: aproximadamente un tercio afirmó que su hijo parecía estar entrenado, pero luego dio un paso atrás. El ocho por ciento reportó problemas de estreñimiento o encopresis.

   "Enseñar a ir al baño no siempre es un camino fácil", cuenta Woolford. "Comprender que es un proceso gradual puede ayudar a los padres a ser pacientes. Los contratiempos son normales, sobre todo cuando hay eventos estresantes en la vida del niño, como un nuevo hermano o una mudanza".

   Los padres informaron usar diversas estrategias para apoyar a sus hijos durante el entrenamiento para ir al baño. Las más comunes incluían llevarlos al baño con regularidad, ofrecer pequeñas recompensas, dejarlos ir sin pañal durante el día o convertir el proceso en un juego o algo divertido.

   Otro 16% probó el método de "entrenamiento para ir al baño de tres días", que puede funcionar bien cuando el tiempo es limitado, pero puede resultar demasiado intenso o estresante para algunas familias, aporta Woolford.

   Para los niños con alta ansiedad al ir al baño, Woolford recomienda convertir el baño en un espacio libre de presión donde puedan leer libros o escuchar canciones que los ayuden a sentirse más relajados.

   También pueden ser de gran ayuda herramientas sencillas como tablas de pegatinas, juguetes exclusivos para ir al baño y rutinas constantes, además de utilizar un orinal de tamaño infantil para ayudar a los niños a sentirse más seguros. "Independientemente del método, lo más importante es la constancia, el estímulo y mantener una experiencia lo más relajada y comprensiva posible", insiste Woolford.

   "Si un niño continúa teniendo dificultades, especialmente si presenta dolor, retraimiento o ansiedad constante, los padres deben hablar con su pediatra para recibir orientación y apoyo", finaliza la experta.

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