MADRID 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Retrasar el diagnóstico más de dos provoca la mortalidad del 71,6 por ciento de los pacientes con este fallo multiorgánico, según el estudio Registro Español de Shock (RESH), llevado a cabo en 13 hospitales españoles y el SAMUR de Madrid por iniciativa del Grupo Nacional de Shock de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
De hecho, el 84,2 por ciento de los pacientes que entran en una situación de 'shock' fallece y la mayoría lo hace en el hospital y, muchas veces, ya ingresado en planta por no haberse realizado un diagnóstico a tiempo de este fallo multiorgánico.
En este sentido, la responsable del grupo de trabajo se SEMES e impulsora del RESH, Ana Navío, destaca que el 'shock' se encuentra "infradiagnosticado" e insiste en que "la primera hora es vital para la supervivencia del paciente".
Por ello, para Navío, "es del todo necesario concienciar a las autoridades, a la población y a los médicos y personal de enfermería sobre el alcance de este problema sanitario", ya que es una de las principales patologías 'tiempo dependientes' que con un mayor conocimiento de sus síntomas salvaría muchas vidas.
Asimismo, en el estudio, se especifican los síntomas que muchas veces se inician con "un cuadro de malestar general (23,9%) como síndrome más frecuente", lo que se presenta "una dificultad muy grande para el personal sanitario la identificación precoz del 'shock'", comenta Navío.
El mayor riesgo de 'shock' se asocia con una tensión arterial baja (sistólica: -110 mm Hg y diastólica: -50 mm Hg), más de 22 respiraciones por minuto y una disminución de la temperatura corpórea (-36º C). También se ha determinado que no tiene que darse una tensión arterial menor de 90 mm Hg como se creía hasta ahora para proceder al inicio del diagnóstico y el tratamiento del paciente.
Además, se concluye que la palidez muco-cutánea (70,2%) no se relaciona con la mortalidad del paciente en 'shock', pero sí, en cambio, que el retraso en el relleno capital de más de dos segundos (77,6%) conlleva una peor evolución. En este sentido, se advierte en el estudio RESH, aunque el relleno capilar no es una práctica habitual en la exploración de un paciente en 'shock', es muy determinante que se realice en todos los casos.
El estudio determina que la mayoría de estos pacientes vivía en su domicilio particular (83,6%) frente a un 15,4 por ciento que lo hacía en una residencia, siendo en un 66 por ciento del ámbito urbano y un 34 por ciento del rural. De ellos, un 11,8 por ciento conocía alguna alergia a medicamentos previo al 'shock' y sólo el 3,2 por ciento había sufrido un episodio similar previamente.