MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Queensland (QUT) de Australia ha publicado un decálogo con nuevas pautas de ejercicio dirigida a los pacientes oncológicos, donde abogan que para los pacientes en etapa avanzada de la enfermedad se recomienda la realización mínima de 20 minutos diarios de actividad física para conseguir efectos beneficiosos.
Este estudio, publicado en el 'Journal of Science and Medicine in Sport', defiende el desarrollo de un programa de ejercicio personalizado en función de las características de cada paciente que incluya entrenamientos de alta intensidad para lograr el mejor tratamiento y resultado.
En este sentido, Sandi Hayes, profesor de investigación de QUT, explicó en una declaración anterior que el "mejor" consejo para las personas con cáncer era seguir un programa de ejercicios de baja a moderada intensidad con tres a cinco sesiones semanales que incluyesen ejercicio aeróbico, resistencia o una mezcla de ambos. Sin embargo, en la última década han surgido cambios en torno a esta política que han demostrado los beneficios que la prescripción personalizada de ejercicio podría tener en los pacientes de cáncer.
Así el experto ha explicado que uno de los cambios clave en las nuevas recomendaciones es que las pautas deportivas ya no tienen una recomendación genérica del programa de ejercicio que establece la realización de un número específico de entrenamientos por semana. Como consecuencia de ello, son los fisiólogos quienes deben elaborar los tratamientos personalizados, dirigidos a "mejorar los resultados del cáncer".
De este modo, ha puesto de relieve que, aunque para la mayoría de los pacientes oncológicos el ejercicio apropiado sea de moderada o alta intensidad, no existe una prescripción médica establecida para todos los pacientes con cáncer.
Por su parte, Daniel Galvo, director del Instituto de Investigación de Medicina del Ejercicio del Edith Cowan University (ECU) de Australia y coautor de la declaración, ha señalado que "ningún paciente con cáncer es igual que el otro, por lo tanto, no hay una receta única de ejercicio". Asimismo ha añadido que el tiempo, la duración, la frecuencia, la intensidad y el volumen debe adaptarse a las necesidades y prioridades de cada paciente.
Así, esta declaración utiliza la evidencia y las mejores prácticas médicas para determinar quién necesita un determinado tipo de actividad física. No obstante, Galvo ha concluido que, a medida que mejora la capacidad de ejercicio, se recomienda la progresión hacia sesiones más largas de al menos 20 minutos de duración en la mayoría de los días de la semana.