MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha evidenciado que expertos como epidemiólogos y estadísticos hicieron predicciones mucho más precisas que el público sobre la COVID-19, pero que ambos grupos subestimaron sustancialmente el verdadero alcance de la pandemia.
En su trabajo, publicado en la revista 'PLOS ONE', los investigadores encuestaron a 140 expertos y 2.086 ciudadanos británicos en abril de 2020 y les pidieron que hicieran cuatro predicciones cuantitativas sobre el impacto de la COVID-19 a finales de 2020.
También se pidió a los participantes que indicaran la confianza en sus predicciones proporcionando los límites superior e inferior en los que estaban seguros en un 75 por cientode que la respuesta verdadera caería. Por ejemplo, un participante diría que estaba seguro en un 75 por ciento de que el número total de infecciones estaría entre 300.000 y 800.000.
Los resultados demuestran la dificultad de predecir el curso de la pandemia, especialmente en sus primeros días. Mientras que solo el 44 por ciento de las predicciones del grupo de expertos se situó dentro de sus propios rangos de confianza del 75 por ciento, el grupo de no expertos lo hizo mucho peor, ya que sólo el 12 por ciento de las predicciones se situó dentro de sus rangos.
Incluso cuando el grupo de no expertos se limitó a los que tenían una alta puntuación en matemáticas, sólo el 16 por ciento de las predicciones se situaron dentro de los rangos de valores que estaban seguros en un 75 por ciento de que contendrían los verdaderos resultados.
"Los expertos quizá no predijeron con tanta precisión como esperábamos, pero el hecho de que fueran mucho más precisos que el grupo de no expertos nos recuerda que tienen una experiencia que merece la pena escuchar. Predecir el curso de una enfermedad completamente nueva como la COVID-19 apenas unos meses después de haber sido identificada por primera vez es increíblemente difícil, pero lo importante es que los expertos sean capaces de reconocer la incertidumbre y adaptar sus predicciones a medida que se disponga de más datos", explica Gabriel Recchia, autor principal del artículo.
Para la encuesta, se pidió a los participantes que predijeran cuántas personas residentes en su país habrían muerto y se habrían infectado a finales de 2020; también se les pidió que predijeran las tasas de mortalidad por infección tanto en su país como en el resto del mundo.
Tanto el grupo de expertos como el de no expertos subestimaron el número total de muertes e infecciones en Reino Unido. La cifra oficial de muertes en Reino Unido a 31 de diciembre era de 75.346. La predicción mediana del grupo de expertos fue de 30.000, mientras que la del grupo de no expertos fue de 25.000.
En cuanto a las tasas de letalidad de la infección, la predicción mediana de los expertos fue que 10 de cada 1.000 personas con el virus en todo el mundo morirían a causa de él, y 9,5 de cada 1.000 personas con el virus en el Reino Unido morirían a causa de él. La mediana de las respuestas de los no expertos a las mismas preguntas fue de 50 de cada 1.000 y de 40 de cada 1.000.
La tasa real de mortalidad por infección a finales de 2020 (lo mejor que pudieron determinar los investigadores, dado que el número real de infecciones sigue siendo difícil de estimar) estaba más cerca de 4,55 de cada 1.000 en todo el mundo y de 11,8 de cada 1.000 en el Reino Unido.
"Existe la tentación de mirar cualquier resultado que diga que los expertos son menos precisos de lo que podríamos esperar y decir que no deberíamos escucharlos, pero el hecho de que los no expertos lo hicieran mucho peor demuestra que sigue siendo importante escuchar a los expertos, siempre y cuando tengamos en cuenta que lo que ocurre en el mundo real puede sorprenderte", remacha Recchia.