BILBAO, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Asociaciones de Pediatría han advertido de que la medida planteada por el Gobierno vasco de aumentar el cupo de pacientes de los pediatras puede afectar "de forma negativa" a la calidad de la asistencia y, además, contribuir a incrementar "la saturación" de las consultas.
La Asociación Española de Pediatría (AEP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), la Sociedad de Pediatría Vasco Navarra y la Asociación Vasca de Pediatría de Atención Primaria se han pronunciado de esta manera en relación al Plan de Pediatría 'Análisis de situación y propuestas de mejora'.
Las asociaciones han agradecido que el Gobierno autonómico "haya asumido las recomendaciones del colectivo de pediatras sobre la importancia y necesidad de que el pediatra sea el profesional médico que atienda a los niños". "La Pediatría es la disciplina que estudia al niño en su totalidad y ésta es la diferencia fundamental con el resto de las especialidades y respecto a los profesionales que estudian al adulto. Un niño no es un adulto en miniatura", han reivindicado.
No obstante, han insistido en que aumentar el cupo de niños por pediatra de los 899 actuales a 1.000 "no es adecuada" y su aplicación podría repercutir "de forma negativa" en la calidad de la atención que se presta a los menores en la actualidad, además de contribuir a "incrementar la saturación" de las consultas.
En este sentido, han explicado que las sociedades científicas de Pediatría y los expertos "recomiendan, de manera documentada, un cupo de 800 niños por pediatra, que debería ser el objetivo ideal". Por tanto, han añadido, "adoptar la postura contraria y fomentar el aumento del número de niños por pediatra provocaría la saturación de las consultas y obligaría al especialista a dedicar cinco minutos por niño, cuando lo aconsejable son al menos 10 minutos, con el consiguiente deterioro asistencial".
También han indicado que las tareas del personal de enfermería y las de los pediatras "deben ser complementarias y, en ningún caso, excluyentes", y han añadido que "los programas de detección y cribaje, fundamentales en una Sanidad dirigida a la prevención, deben seguir realizándose desde Pediatría".
Las asociaciones de pediatría han expresado su preocupación por "las posibles soluciones de urgencia propuestas por los distintos organismos públicos", lamentando que son "soluciones siempre provisionales con una mirada puesta a corto plazo y que no responden a una planificación pensada, con perspectiva de futuro y consensuada con los colectivos implicados".
En esta línea, han recordado que, el pasado mes de agosto, Sanidad anunció la posibilidad de rebajar la edad de atención pediátrica de los 14 a los 7 años "como una posible solución a la escasez de profesionales", aunque finalmente no se ha llevado a cabo "por inconsistente".
Aunque han reconocido la "dificultad" para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, han reivindicado la necesidad de mantener la calidad asistencial. En este marco, han defendido que se amplíe el número de plazas MIR de la especialidad, así como el número de hospitales y centros de salud acreditados para la docencia.
Permitir el retraso voluntario en la edad de jubilación, evitar que "los facultativos formados en nuestro sistema acaben emigrando" a otros países, contar con las sociedades y asociaciones de Pediatría para "buscar soluciones lógicas y documentadas" a la falta de pediatras son otras de las medidas demandadas por este colectivo.