MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
Profesionales sanitarios de distintas especialidades médicas han formado el primer Grupo de Trabajo para el Estudio de la Permeabilidad Intestinal, con el objetivo de analizar estudios científicos publicados hasta la fecha sobre permeabilidad intestinal y poner en marcha ensayos que permitan demostrar su relación con enfermedades, no solo digestivas, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad inflamatoria intestinal, sino neurológicas, reumatológicas o dermatológicas.
Esta iniciativa multidisciplinar, que pretende extenderse a otros centros de España, está formada por su principal impulsora, la responsable de la Unidad de Trastornos Funcionales del Hospital La Paz, Silvia Gómez Senent; Lucía Tortajada, médico de digestivo de esta Unidad; José Campos, adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital Puerta de Hierro; Marta Feito, adjunto del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Paz; Diego Santos, adjunto del Servicio de Neurología del Complejo Universitario de A Coruña; y Bárbara Martínez, de la Unidad de Radiofarmacia del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital La Paz.
"Hay estudios, aunque escasos sobre la relación de la permeabilidad intestinal con el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedades hepáticas y pancreáticas", subraya la doctora Gómez Senent. Esta especialista destaca que, además, se ha visto que puede estar vinculada a otras enfermedades no digestivas como la dermatitis atópica, el Párkinson o enfermedades reumatológicas.
La barrera intestinal tiene una función de absorción de nutrientes, pero a la vez es selectiva, rechazando sustancias que podrían dañar el organismo. "Esta puede verse alterada por diversos factores como las infecciones, la microbiota intestinal, la ingesta de alimentos, alérgenos, así como por la toma de determinados fármacos o por el consumo de tóxicos, como el alcohol", detalla Gómez Senent.
Según apunta, un incremento de esa permeabilidad puede favorecer el paso de determinadas sustancias no deseadas a la sangre, produciendo una estimulación del sistema inmune del intestino que si se perpetúa estimula el sistema inmunológico a nivel general.
El objetivo que tiene este grupo es demostrar que esa alteración de la barrera es "la que puede propiciar o perpetuar determinadas enfermedades". Por ello, tienen en marcha diversos estudios y revisiones. En concreto, desde su Unidad en el Hospital de La Paz están realizando un estudio para demostrar la relación con el síndrome del intestino irritable.
Por otra parte, van a poner otro ensayo clínico en marcha para analizar la relación con las enfermedades reumatológicas. También pretenden analizar la implicación del intestino y de la permeabilidad intestinal "como un elemento fisiopatológico en enfermedades hepáticas, sobre todo las relacionadas con el consumo de alcohol y las pancreáticas".
Otra enfermedad que puede tener relación con una alteración funcional del intestino es el Parkinson. "Así, se trata de pacientes que sufren síntomas digestivos como disfagia, estreñimiento previo a desarrollar los síntomas motores típicos del Parkinson", comenta Gómez Senent. Este grupo de trabajo también se ocupará de estudiar la implicación de la función del intestino en patologías como el síndrome de fatiga crónica, fibromialgia o la dermatitis atópica.