MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
La hipertensión persistente es común y puede pasar desapercibida entre las mujeres que tienen preeclampsia severa durante el embarazo, según concluye una nueva investigación cuyos resultados se detallan en un artículo publicado en la revista 'Hypertension' de la Asociación Americana del Corazón.
La preeclampsia, que es cuando una mujer desarrolla hipertensión y proteínas elevadas en la orina durante el embarazo, ocurre en entre el 3 y el 5 por ciento de los embarazos en el mundo desarrollado. Estudios recientes han demostrado que las mujeres con preeclampsia presentan más probabilidades que las mujeres con presión arterial normal durante el embarazo de padecer presión arterial alta después del embarazo.
Las mujeres con preeclampsia grave pueden ser siete veces más susceptibles de desarrollar enfermedad cardiovascular en el futuro en comparación con las mujeres con presión arterial normal durante la gestación, según la autora del estudio, Laura Benschop, investigadora en Obstetricia y Ginecología del 'Erasmus Medical Center', en Rotterdam, Países Bajos.
"El problema es que la presión arterial alta después del embarazo a menudo pasa desapercibida porque muchas de estas mujeres tienen lecturas de presión arterial normales en el consultorio del médico --subraya Benschop--. Nuestro objetivo fue determinar cómo de común es para las mujeres que presentan preeclampsia tener presión arterial alta en el año posterior al embarazo, al observar más que solo sus lecturas de presión arterial en el consultorio del médico".
Benschop y sus colegas estudiaron a 200 mujeres que durante sus embarazos fueron diagnosticadas con preeclampsia severa, definida por criterios como presión arterial sistólica de 160 mmHg o superior y/o presión arterial diastólica de 110 mmHg o más. Siguieron a las mujeres durante un año después de sus embarazos, controlando la presión arterial durante el día y la noche y tomando lecturas de la presión arterial en la clínica.
MÁS DEL 40 POR CIENTO DE MUJERES TIENE HIPERTENSIÓN AL AÑO DE DAR A LUZ
Estos expertos encontraron que más del 41 por ciento de las mujeres en el estudio tenían presión arterial alta en el año posterior al embarazo. El tipo más común de hipertensión detectada (17,5 por ciento) fue hipertensión enmascarada, que es la presión arterial normal en el consultorio del médico, pero altas lecturas fuera de la consulta; seguido de hipertensión mantenida (14,5 por ciento), e hipertensión de bata blanca (9,5 por ciento), que ocurre cuando las personas tienen lecturas de presión arterial más altas en el consultorio del médico que fuera del entorno de la clínica.
Si no se hubieran tomado lecturas ambulatorias y solo se hubieran utilizado las lecturas en la clínica, los médicos habrían fallado en el 56 por ciento de las mujeres con presión arterial alta. El 46 por ciento de las mujeres estudiadas tuvieron una disminución insuficiente de la presión arterial durante el día y la noche, lo que no es saludable. La hipertensión nocturna, que aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y muerte, afectó al 42,5 por ciento de las mujeres en el análisis.
"Nuestros hallazgos sugieren que las mujeres que presentan presión arterial alta durante el embarazo deben seguir controlando su presión arterial mucho después de haber dado a luz a sus bebés. No solo es importante controlar la presión arterial en el consultorio del médico, sino también en diferentes momentos del día y de noche, en casa", aconseja Benschop.
Y añade: "Hemos demostrado aquí que la presión arterial alta se presenta de muchas formas después del embarazo. Las mujeres que conocen sus valores pueden tomar las medidas adecuadas para reducir su presión arterial y evitar las consecuencias de la hipertensión en la salud más adelante en la vida".
No obstante, los investigadores señalan que este estudio tiene limitaciones, como que los hallazgos podrían no ser aplicables en todas las razas y niveles de ingresos. Las mujeres en este estudio fueron predominantemente con formación elevada y caucásicas.
Según las nuevas pautas de tratamiento de la hipertensión publicadas recientemente por el Colegio de Cardiología de Estados Unidos, la presión arterial alta ahora se define como lecturas de 130 mm Hg y superiores para la presión arterial sistólica, o de 80 y más alto para la medición diastólica, lo que supone un cambio con respecto a la antigua definición de 140/90 y superior, reflejando complicaciones que pueden ocurrir en esos números más bajos.