MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) ha publicado el informe 'Modelo de atención centrada en la persona con enfermedad y dolor crónicos' en el que propone crear una estrategia nacional común para el dolor crónico, que padecen siete millones de personas en España, y formar a los sanitarios en estos problemas.
"No puede haber tantas barreras para tratar el dolor porque hay terapias a las que no todos los pacientes pueden llegar. Además, es necesario que haya más unidades del dolor, más formación en cuanto a los tratamientos y en hábitos de vida saludable", ha detallado la presidenta de la POP, Carina Escobar.
Por ello, el objetivo del trabajo, según ha explicado la directora de la POP, María Gálvez, ha sido definir el modelo de atención centrada en la persona desde la perspectiva de los pacientes con dolor crónico, con el fin de que pueda ser tenido en cuenta en la toma de decisiones médicas.
Para ello, se ha analizado qué es lo que entienden los pacientes por planificación y atención centrada en la persona; qué aspectos son esenciales para garantizar este enfoque en el abordaje del dolor; identificar buenas prácticas en el ámbito de la planificación y atención; y conocer qué acciones son prioritarias para garantizar el camino hacia un modelo centrado en las personas con enfermedad y dolor crónicos.
"Es un informe muy interesante que muestra tanto la experiencia como la perspectiva de la persona con dolor y con enfermedades crónicas. El manejo del dolor crónico debe tener un abordaje holístico, una visión integral y continua y, además, se debe garantizar la comunicación médico-paciente y la atención multidisciplinar", ha enfatizado la directora general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia del Ministerio de Sanidad, Patricia Lacruz.
En concreto, en el trabajo se propone crear una estrategia nacional común para la mejora del abordaje del dolor crónico y dotar la estructura organizativa e infraestructura que garantice su despliegue; así como diseñar e implementar una capacitación específica de dolor que pueda ser cursada por los y las profesionales sanitarios tras la formación de especialista (MIR, PIR o EIR) de manera que en el futuro cuenten con la formación precisa para diagnosticar y tratar el dolor crónico de forma precoz.
También se aboga por desarrollar actividades informativas dirigidas a sanitarios acerca de los servicios y recursos disponibles en las unidades del dolor; y crear circuitos de comunicación entre el sistema sanitario, los servicios sociales y las organizaciones de pacientes para posibilitar la prescripción y prestación de los servicios ofrecidos por estas cuando no sea posible hacerlo en el Sistema Nacional de Salud (SNS), como implementar la digitalización de la información entre los distintos niveles de atención del Sistema y especialidades.
Del mismo modo, en el informe se subraya la importancia de crear comisiones asesoras de dolor para la puesta en marcha y evaluación de acciones de mejora en los diferentes niveles y procesos asistenciales; así como de unidades del dolor multidisciplinares para el abordaje integral y coordinado del dolor crónico, así como garantizar la existencia de estas unidades en todas las regiones sanitarias y hospitales con servicios definidos y acreditados y equipos con capacitación certificada en el manejo del dolor.
La POP propone además incorporar la perspectiva de la prevención primaria, secundaria y terciaria en el abordaje del dolor crónico como una patología en sí mismo; y evaluar el impacto biopsicosocial del dolor crónico a través de un conjunto mínimo de indicadores que pudieran ser integrados en la historia clínica compartida, así como incluir en los
contratos-programa los indicadores de un modelo de ACP con enfermedad y dolor crónicos para su evaluación.
Para ello, en el trabajo se propone igualmente ofrecer a los profesionales sanitarios formación sobre el abordaje biopsicosocial del dolor, que les dote de las herramientas necesarias para llevar a cabo esta evaluación.
Otras iniciativas propuestas por la POP pasan por la incorporación de la figura del psicólogo en los equipos de abordaje multidisciplinar del dolor crónico y el fomento de la derivación a este profesional con el fin de reducir el impacto en las diversas dimensiones de la vida diaria en el mayor grado posible. Finalmente, se plantea la conveniencia de implicar en el tratamiento psicológico a la familia de las personas con dolor y de desarrollar campañas de visibilización del dolor crónico.