MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El doctor Vicente Guillem, presidente de la Fundación ECO, ha señalado que la mortalidad por COVID-19 en pacientes con cáncer podría cuadruplicar la de la población general, tal y como lo ha corroborado un estudio elaborado por miembros del Servicio de Oncología del Hospital Infanta Leonor de Madrid y de la Universidad Complutense de Madrid.
El paciente oncológico es uno de los grupos más vulnerables ante la pandemia causada por la COVID-19, debido a diversos factores como el colapso producido en los sistemas de salud nacionales e internacionales, impidiendo que determinados pacientes pudiesen acceder correctamente a sus tratamientos. La patología oncológica sigue siendo una de las principales causas de morbi-mortalidad en España, estimándose alcanzar los 277.394 casos en nuestro país en 2020.
En el encuentro 'La Sindemia del Cáncer: una emergencia sanitaria', organizado por Fundación ECO, los expertos han asegurado que los daños que ha causado la pandemia en los pacientes oncológicos, a través de los retrasos en la administración de tratamientos, evaluaciones y exámenes de detección precoz, así como la suspensión o modificación temporal de programas de investigación clínica, pueden incrementar la mortalidad de estos pacientes en los próximos años.
En este sentido, el doctor Adolfo García-Sastre, director del Global Health and Emerging Pathogens Institute, Mount Sinai School of Medicine (Nueva York), ha asegurado que la vacunación puede suponer un punto de inflexión para este sector de la población. "Los pacientes con cáncer son uno de los grupos de riesgo claros de enfermedad severa por infección con SARS-CoV-2. Por tanto, el que los datos de los ensayos clínicos con las vacunas de COVID-19 sean tan buenos es una noticia fabulosa, pero aún nos queda el reto de que esa vacunación sea lo más rápido posible para acabar con el riesgo que representan los contagios, no solo para los pacientes con cáncer, sino también para todo el mundo", ha afirmado.
Por su parte, el doctor Valentín Fuster, director del Mount Sinai Heart, director Médico en The Mount Sinai Hospital (Nueva York), ha incidido en la importancia de que los enfermos continúen sus visitas al médico y sus tratamientos, ya que "los hospitales son espacios seguros y seguir las indicaciones y pautas que les dan sus oncólogos es vital para su pronóstico".
PARALELISMOS CON EL CÁNCER
Determinar estadios en una patología, al igual que se realiza en el cáncer, puede contribuir a disminución de la ansiedad del paciente y supone una guía para el médico. En este sentido, el doctor Carlos Cordón-Cardo, director del Mount Sinai Health System Department of Pathology (Nueva York). ha publicado, junto a otros colegas, un 'paper' en la revista 'Cancer Cell' donde se realiza un estadiaje de la COVID-19, al considerar que esta tiene muchas similitudes con el cáncer, dado que se trata de que es una enfermedad que utiliza los vasos sanguíneos para moverse del punto de origen a un punto más lejano.
"Si el virus entra por la nariz o por la boca y afecta a otros órganos como el hígado, el intestino, los riñones o el cerebro, lo hace igual que las células neoplásicas metastacitantes. La metástasis no es un fenómeno único del cáncer, sino que es un fenómeno que presentan también virus y bacterias. Cuando un patógeno va de un punto de origen a un punto anatómico distinto, cercano o lejano, esto es un proceso de metástasis", ha apuntado Cordón.
En este punto, los procesos de estadiaje contribuyen a hacer una conexión entre lo que es la patogenia (el origen de la enfermedad) y el daño tisular, el daño a los distintos órganos que esta enfermedad puede producir, y hacer una relación de este daño pato-fisiológico con el tipo de test concreto de laboratorios.