MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado el primer informe mundial de suicidios para abordar esta problemática y ha animado a todos los países a impulsar una acción global para reducir estas muertes, ya que el 75 por ciento se producen en países de bajos y medianos ingresos.
"Este informe es una llamada a la acción para hacer frente a un gran problema de salud pública que ha sido envuelto en un tabú durante demasiado tiempo", dijo la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS.
Según dicho informe, cada año unas 800.000 personas se quitan la vida a nivel mundial, aproximadamente una cada 40 segundos, según ha lamentado este organismo de Naciones Unidas, que sin embargo recuerda que la mayoría de casos son prevenibles.
Para ello, recuerda la importancia de que cada país cuente con un plan de acción específico para combatir estas muertes, algo de lo que actualmente solo disponen 28 países. Además, la evidencia en Australia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Estados Unidos y varios países europeos muestra que limitar el acceso a las armas o pesticidas, entre los métodos más comunes para suicidarse, también ayudar a reducir estos fallecimientos.
La OMS insiste además que se trata de una práctica que afecta a todo el mundo y que puede ocurrir a cualquier edad, aunque a nivel mundial las tasas de suicidio son más altas en las personas mayores de 70 años. En otros países, sin embargo, las tasas más altas se encuentran entre los más jóvenes. De hecho, es la segunda causa principal de muerte a nivel mundial en jóvenes de 15 a 29 años.
Otras medidas eficaces incluyen la información responsable de suicidio en los medios de comunicación, tales como evitar el lenguaje sensacionalista y evitar la descripción explícita de los métodos utilizados, así como la detección precoz y el tratamiento de los trastornos mentales y del abuso de sustancias en las comunidades y los trabajadores de salud en particular.
Asimismo, también piden que los profesionales sanitarios realicen seguimientos regulares, por teléfono o en el domicilio, a quienes ya hayan intentado suicidarse, ya que son los que presentan más riesgo de volver a intentarlo.
Pero para todo ello, insiste la OMS, es necesario que se involucre no solo al ámbito sanitario, sino también al sector educativo, laboral, judicial y a los servicios sociales.
"Este informe es la primera publicación de la OMS de este tipo y presenta una visión global del suicidio, de los intentos de suicidio y de los esfuerzos para prevenirlo con éxito. Sabemos lo que funciona. Ahora es el momento de actuar", ha defendido Shekhar Saxena, director del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.