MADRID 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El responsable de rehabilitación intervencionista en el servicio del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), Jacobo Formigo, ha afirmado que las nuevas técnicas neurointervencionistas ecoguiadas suponen un "cambio de paradigma" en el abordaje de la espasticidad post-ictus, que afecta a la movilidad y causa dolor, limitación articular, contracturas y úlceras por presión.
"Estas técnicas neurointervencionistas amplían el arsenal que el médico rehabilitador puede ofrecer a los pacientes con espasticidad más compleja y mayor repercusión funcional, permitiendo ofrecer soluciones focales ecoguiadas precisas y adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente", ha declarado el doctor Formigo durante una jornada organizada por la compañía AbbVie, y de la que ha sido coordinador y moderador.
Tras ello, ha subrayado que el valor clínico de las mismas reside en que permiten un tratamiento "preciso y personalizado" mientras se integran de forma "mínimamente invasiva" en programas de rehabilitación escalonados, lo que potencia la recuperación funcional del paciente.
El coordinador del curso y médico rehabilitador del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, Antonio Mena, también ha coincidido en que estas herramientas ayudan a manejar la espasticidad con una alta precisión, poniendo como ejemplo la llegada de las ondas choque, el uso de los bloqueos nerviosos periféricos o de la radiofrecuencia.
Por otro lado, ha subrayado el papel "esencial" de las guías de práctica clínica como herramienta para estandarizar tratamientos y garantizar la equidad entre pacientes, y es que ofrecen "ventajas" tanto al clínico como al paciente en materia de seguridad y eficacia.
Las guías también permiten evitar la variabilidad de procesos, de forma que todos los clínicos usen las mismas herramientas, lo que garantizar la "equidad" de los tratamientos para todos los pacientes. Asimismo, son "actualizables", lo que permite incluir la nueva evidencia científica en las mismas a medida que se vaya generando.
Ambos especialistas han coincidido en la necesidad de resaltar la importancia de que sea el médico rehabilitador la figura que lidera la planificación terapéutica en pacientes con espasticidad, desde la fase del diagnóstico hasta la combinación de tratamientos, y que en los últimos años ha pasado de un modelo centrado en la reducción del tono muscular hasta pasar a un enfoque global, funcional y multimodal.
Su tratamiento multidisciplinar y "complejo" depende de diferentes factores como la gravedad, la localización, la patología subyacente y las comorbilidades o complicaciones relacionadas, por lo que el médico rehabilitador se posiciona como "figura clave" como encargado de facilitar, mantener o devolver la mayor capacidad funcional e independencia posibles a cada paciente.
"El médico especialista en medicina física y rehabilitación el encargado de valorar de forma global al paciente con espasticidad y de elegir las mejores herramientas para un tratamiento óptimo", ha concluido el doctor Mena.