MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres con un riesgo promedio de cáncer de mama deben comenzar a realizarse regularmente una mamografía anual a partir de los 45 años, pero dejando abierta la oportunidad de que las mujeres a partir de los 40 años puedan elegir realizarse este cribado anualmente, según las últimas actualizaciones de la guía de detección del cáncer de mama de la Sociedad Americana del Cáncer.
En el caso de las mujeres de 55 años y mayores, deben pasar este análisis de detección cada dos años, pero manteniendo asimismo la oportunidad de continuar realizándoselo una vez al año, mientras que ya no se aconseja el examen clínico de mama de rutina, según un artículo sobre la revisión de las recomendaciones de la Sociedad Americana del Cáncer publicado en la edición de este martes de la revista 'JAMA'.
El cáncer de mama es el cáncer más común en las mujeres de todo el mundo. En Estados Unidos, se estima que alrededor de 230.000 mujeres serán diagnosticadas con cáncer de mama en 2015. El cáncer de mama sigue ocupando el segundo lugar, después del cáncer de pulmón, como causa de muerte por cáncer en mujeres en Estados Unidos y es la principal causa de la mortalidad prematura en las mujeres.
A pesar de que la muerte por cáncer de mama ha disminuido de manera constante desde 1990, en gran parte debido a las mejoras en la detección y el tratamiento temprano, se estima que 40.300 mujeres en Estados Unidos morirán de cáncer de mama en 2015. La detección temprana se asocia con la reducción de la enfermedad y la muerte por cáncer de mama, de acuerdo la información de respaldo del artículo.
Desde la última actualización de la guía para la detección de mujeres con riesgo promedio de la Sociedad Americana del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) publicada en 2003, se ha acumulado nueva evidencia gracias al seguimiento a largo plazo de ensayos controlados aleatorios y estudios observacionales de los programas de cribado poblacionales organizados.
La doctora Evan R. Myers, de 'Duke Evidence Synthesis Group', del Instituto de Investigación Clínica de Duke, en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos, y sus colegas realizaron una revisión sistemática de la literatura sobre la detección del cáncer de mama para actualizar la guía de 2013 de la Sociedad Americana del Cáncer en relación a la detección de mujeres con riesgo promedio de cáncer de mama, que se publica en 'JAMA'.
Por su parte, la doctora Diana L. Miglioretti, de la Escuela de Medicina de la Universidad de California Davis, Estados Unidos, y sus colaboradores llevaron a cabo un análisis de los datos del registro de mamografías del Consorcio de Vigilancia del Cáncer de Mama para abordar cuestiones relacionadas con los intervalos de cribado, un trabajo que se publica en 'JAMA Oncology'.
RECOMENDACIÓN BASADA EN LA EVIDENCIA
La formulación de las recomendaciones se basa en la calidad de la evidencia y los ensayos sobre el equilibrio de beneficios y daños. Fruto de ello, las recomendaciones de 2015 para la detección del cáncer de mama de las mujeres con riesgo promedio son que las mujeres deben comenzar a realizarse mamografías de cribado regulares a partir de los 45 años y que las de 45 a 54 años de edad deben ser examinadas anualmente.
Las mujeres de 55 años y mayores deben pasar al cribado bienal pero tener también la oportunidad de continuar el cribado anual, además de que las que cumplen 40 años han de poder asimismo optar por iniciar el cribado anual a partir de esa edad hasta los 44 años. Además, las mujeres deben continuar con la mamografía de cribado incluso aunque su salud en general sea buena y tengan una esperanza de vida de 10 años o más.
El examen clínico de mama no se recomienda para la detección del cáncer de mama entre las mujeres con riesgo promedio a cualquier edad en la revisión de la guía. "La ACS respalda comenzar la mamografía anual a la edad de 45 años y la transición al cribado bienal a la edad de 55 años, al tiempo que se debe conservar la opción de continuar el cribado anual, que algunas mujeres pueden elegir en base a la preferencia personal, la orientación clínica, o ambas cosas", escriben los autores.
"Después de un examen cuidadoso de la carga de la enfermedad entre las mujeres de 40 a 54 años, el grupo de desarrollo de la guía (GDG) concluyó que la menor, pero no despreciable, carga de enfermedad para las mujeres de 40 a 44 años y el mayor riesgo acumulado de resultados adversos ya no justifica una recomendación directa de iniciar el cribado a la edad de 40 años".
En lo que respecta a la recomendación periódica del examen clínico de mama (CBE, por sus siglas en inglés), los investigadores escriben que "la ausencia de pruebas claras de que CBE contribuya significativamente a la detección del cáncer de mama antes o después de la edad de 40 años llevó al GDG a la conclusión de que ya no podía recomendarse para las mujeres de cualquier edad con un riesgo promedio".
"Esta guía está destinada a proporcionar orientación para el público y los médicos y especialmente diseñada para su uso en el contexto de un debate clínico. Las mujeres deben ser alentadas a tener en cuenta y hablar de sus antecedentes familiares y su historial clínico con un médico, quien debe determinar periódicamente si el perfil de factores de riesgo de la mujer ha cambiado", afirman estos expertos.
"Si la mujer tiene un riesgo promedio de desarrollar cáncer de mama, la ACS alienta a discutir sobre el cribado a la edad de 40 años. La ACS también recomienda que las mujeres dispongan de información sobre factores de riesgo, reducción del riesgo y beneficios, limitaciones y riesgos asociados con la mamografía de cribado", añaden.
"Las recomendaciones de la AEC se formulan en el contexto de maximizar las reducciones de la mortalidad por cáncer de mama y la reducción de años de vida perdidos y bajar al mínimo los daños asociados a la población de mujeres en Estados Unidos. La ACS reconoce que el balance de beneficios y daños estará cerca en algunos casos y que el espectro de valores y preferencias de las mujeres conducirá a decisiones diferentes. La intención de esta nueva guía es proporcionar tanto orientación como flexibilidad para las mujeres acerca de cuándo iniciar y detener la mamografía y la frecuencia con que se realizará para el cáncer de mama", concluyen.