MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha señalado que incrementar el número de camas de unidades de cuidados respiratorios intermedios (UCRI) en los hospitales es una estrategia efectiva para desaturar las UCI ante la crisis sanitaria que ha generado el coronavirus.
"En las UCRIs, los neumólogos luchamos para ganar tiempo y que los pacientes no tengan que llegar a las UCIS y lo estamos consiguiendo tanto en pacientes mayores como en situaciones concretas de pacientes jóvenes" explica Olga Mediano, neumóloga y coordinadora del Área de Sueño, Ventilación Mecánica y Cuidados Respiratorios Críticos de SEPAR.
Las UCRI son unidades dirigidas por neumólogos dotadas de equipamiento específico que no tienen las habitaciones convencionales para dar a los pacientes soporte respiratorio no invasivo (SRNI), es decir, sin intubación. Este soporte se ofrece básicamente a través de oxigenoterapia de alto flujo, ventilación mecánica no invasiva (VMNI) y sistemas de CPAP.
En el hospital de Guadalajara, donde trabaja la doctora Mediano han pasado estos días de 3 a 30 habitaciones equipadas como UCRI y lo mismo está ocurriendo en la mayoría de los hospitales y centros sanitarios que o bien están creando o bien están ampliando sus camas de UCRI. "Nuestro objetivo es ayudar a nuestros compañeros de intensivo ofreciendo una terapia respiratoria previa para intentar retrasar o evitar el ingreso en la UCI o bien atendiendo a pacientes que no son susceptibles de una medida tan agresiva como la intubación", apunta Mediano.
Según la experta, lo que se logra con esta estrategia "es ganar tiempo a que pase la inflamación pulmonar grave y aguda que causa el Covid-19 con la medicación recomendada y un soporte respiratorio adecuado". Otro de los valores fundamentales de las UCRI es el apoyo a las UCIS en la salida de los pacientes tras una IOT, o lo que se conoce como el proceso de destete. La existencia de camas de UCRI permite que este proceso pueda realizarse de forma precoz, optimizando el tiempo de estancia en UCI de los pacientes.
Sin embargo, apuntan que el principal problema de las UCRI es que los sistemas de apoyo a la respiración que emplean, a diferencia de la intubación que ofrece la UCI, provocan una importante aerosolización y por lo tanto las UCRI se convierten son espacios altamente contaminantes para el personal a su cargo. Los sistemas ventilatorios empleados no son circuitos cerrados, el paciente exhala a través de mascarillas lo que provocan fugas de aire que lanzan al aire incontables gotitas.
"Nuestro nivel de riesgo es máximo, ahora mismo somos las zonas más contaminadas de los hospitales y debemos llevar equipos de alta protección: gafas estancas, doble guante, trajes de buzo/bata impermeables y mascarillas FFP2 o 3", reconoce Mediano.