MADRID 23 May. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), la doctor Carola Giménez-Esparza, recuerda que "el paciente crítico oncológico precisa una asistencia en los Servicios de Medicina Intensiva aún más personalizada y especializada si cabe".
"Las nuevas terapias oncológicas han supuesto un paso adelante en la supervivencia y en la calidad de vida de estos pacientes, pero para seguir avanzando es necesario que los intensivistas apostemos por una formación aún más específica en estos nuevos tratamientos, y que incorporemos registros nacionales e investigación", ha explica la doctora en el Congreso Nacional de SEMICYUC, celebrado la semana pasada en Barcelona, donde intensivistas de España y América pusieron sobre la mesa las controversias existentes en el manejo de estos pacientes.
"Es fundamental que los intensivistas formemos parte de los equipos multidisciplinares que intervienen en la valoración y manejo de estos pacientes incluso en plantas de hospitalización, para así poder programar de forma precoz un ingreso en la Unidad de Cuidados Intermedios o Semicriticos; o incluso en la UCI. Contar con unidades de pacientes críticos y semicríticos oncológicos, integradas en los Servicios de Medicina Intensiva y abordadas de manera multiprofesional, ya no es una utopía, sino un objetivo a medio plazo al que no podemos renunciar", señala la doctora.
La estancia en la UCI puede ayudar sobremanera al pronóstico de un paciente con cáncer. En particular, explica el doctor Javier Pérez, director médico de Intensivos en el Baptist Hospital de Miami, algunos pacientes pueden ingresar con enfermedades concomitantes que los posicionan en una situación crítica y que pueden oscurecer o confundir el diagnóstico. "En estas situaciones, estabilizar al paciente y tratarlo en la UCI puede ayudar a obtener un diagnóstico más claro y otorgar mayor certeza a las terapias tumorales", señala.
Las necesidades particulares de estos pacientes no limitan su capacidad para mejorar. "La estancia en la UCI no debe limitar las posibilidades terapéuticas de estos pacientes, que mantienen en todo lo posible su tratamiento pautado previamente. Es de resaltar que, hoy en día, el pronóstico de un paciente oncológico en la UCI no está en absoluto limitado o alterado en comparación con un paciente no oncológico con las mismas condiciones", indica Pérez.
Algunos procedimientos, como el abordaje de la insuficiencia respiratoria, son más complejos en pacientes críticos oncológicos. "Esto se debe a que estos pacientes, además de enfrentar los problemas habituales, pueden haber sido sometidos previamente a cirugía, radiación, quimioterapia e inmunoterapia, lo que provoca efectos colaterales que afectan a su manejo diario", explica en Barcelona el doctor Joseph Nates, jefe de servicio de la UCI del Hospital MD Andersen de Houston (Texas) y presidente del Oncologic Critical Care Network.
Respecto a inmunoterapias, Nates indica que "las necesidades de estos pacientes varían según la gravedad de la inflamación asociada. El grado determina la intensidad de los procedimientos diagnósticos (broncoscopía, tomografía computarizada...) y terapéuticos (administrar esteroides, proporcionar apoyo ventilatorio...). Si la gravedad no es alta, lo más apropiado es el uso de unidades de cuidados intermedios gestionadas por intensivistas".