MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Oftalmológico Fernández-Vega lleva a cabo implantes intracorneales para tratar el queratocono, una patología ocular degenerativa que hace que la córnea pase a tener una forma cónica.
Para devolverle su forma y mejorar la calidad de vida y visual de los pacientes, es necesario profundizar en la investigación de los diferentes fenotipos de queratocono y en la personalización de su cirugía.
"Uno de los tratamientos quirúrgicos más frecuentes del queratocono es el implante de segmentos intracorneales, unos anillos transparentes de polimetilmetacrilato (PMMA), material inerte totalmente biocompatible, que se colocan en el espesor de la córnea mediante el uso del láser de femtosegundo para reforzarla, cambiar su geometría y devolver el tejido a su forma original", informa el experto en esta patología, el doctor Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso.
En el marco del Día Mundial del Queratocono, que se celebra el próximo 10 de noviembre, el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega informa de los avances que está realizando a través de diversos estudios clínicos llevados a cabo por la Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO), que patrocina.
"En la FIO y en el Instituto Universitario Fernández-Vega, estamos trabajando en cada uno de los fenotipos de queratocono, pues requieren de un implante de segmentos intracorneales diferente; en definitiva, un tratamiento personalizado", señala el experto.
Entre los signos de alerta de esta enfermedad inflamatoria y progresiva de la córnea, se encuentran la pérdida paulatina de la vista, la visión borrosa, la distorsión de imágenes, la irritación, el dolor ocular y un aumento de la sensibilidad a la luz brillante y al resplandor.
El queratocono es una enfermedad hereditaria en muchas ocasiones, según la Sociedad Española de Estrabología y Oftalmología Pediátrica hasta en un 25 por ciento de los casos. Suele aparecer en la infancia o adolescencia y se detecta gracias a la necesidad frecuente de cambio de la graduación de las lentes y el frotamiento ocular compulsivo.
"La única medida preventiva es evitar frotarse los ojos", apunta el doctor Luis Fernández-Vega, que añade, además, que "la rápida progresión antes de los 18 años hace que el diagnóstico precoz sea fundamental para valorar las distintas alternativas de tratamiento e incidir en los factores de riesgo, especialmente si existen antecedentes familiares de la enfermedad". En su opinión, "una detección temprana permite establecer estrategias en los diferentes fenotipos del queratocono y se puede evitar un trasplante de córnea en el futuro".
Pese a aparecer en edades tempranas, aproximadamente el 80 por ciento de los pacientes son diagnosticados antes de los 25-30 años de edad y, aunque es una patología progresiva, en algunos casos puede llegar a estabilizarse o incluso a detenerse a partir de los 30 o 40 años.
Entre los factores de riesgo del queratocono, se encuentran el frotamiento ocular, el eccema, el asma y la alergia. Entre los factores secundarios asociados a la aparición del queratocono, se encuentran la sobreexposición a los rayos ultravioleta, los pequeños traumatismos persistentes en el ojo, el uso de lentes de contacto inapropiadas o el abuso de las mismas y la irritación crónica de la superficie ocular.
También existen factores hormonales y patologías sistémicas que conllevan alteraciones del colágeno, tales como el síndrome de Ehlers-Danlos o la Osteogénesis imperfecta, y es frecuente que el queratocono se asocie a la trisomía 21 (síndrome de Down).
Para lograr un buen diagnóstico de estos problemas oculares, es necesario hacer una exploración general y pruebas como la topografía corneal y la incorporación de marcadores genéticos.
Una vez detectada la enfermedad, el tratamiento dependerá del momento del diagnóstico y del grado de evolución. En cualquier caso, para evitar la progresión, como indica el doctor Luis Fernández-Vega, es indispensable que el paciente evite el frotamiento ocular y use colirios antiinflamatorios y antihistamínicos para mejorar la superficie ocular y el picor.
En cuanto a las opciones quirúrgicas, hasta hace unos años, la única era el trasplante de córnea para aquellos pacientes intolerantes al uso de lentes de contacto o en los que el queratocono se encontrara en estado avanzado. Actualmente, esto se puede retrasar o incluso evitar gracias a los últimos avances realizados en el implante de anillos intracorneales. Además, otros tratamientos quirúrgicos existentes son el crosslinking y la trans-PRK. En casos avanzados, se optaría por un trasplante lamelar (por capas), en lugar de uno de espesor completo (penetrante) como los que se hacían antiguamente.
Recientemente, el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega ha puesto en marcha el proyecto 'Como lo ves', que busca dar a conocer las distintas patologías oculares a través del arte.