MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de neurocirujanos de Oliver & Ayats, ubicado en el Centro Médico Teknon, en colaboración con doctor Gilete Spine Center, han constituido la primera unidad dedicada al tratamiento quirúrgico de la hipermovilidad cráneo-cervical existente en Europa.
Su objetivo, es el diagnóstico y tratamiento quirúrgico de patologías como la malformación de Arnold-Chiari y la frecuentemente asociada inestabilidad cráneo-cervical en sus diferentes manifestaciones.
En concreto, su fundación es fruto de la colaboración de tres neurocirujanos, los doctores Bartolome Oliver y Emilio Ayats (de Oliver & Ayats Institute) y Vicenç Gilete (Dr. Gilete Spine Center), así como la infraestructura hospitalaria de primer nivel del Centro Médico Teknon, en el que desarrollan su actividad.
"Las malformaciones de Chiari son defectos estructurales en el área del cerebelo, la parte del cerebro que controla el equilibrio. Normalmente el cerebelo y partes del tallo cerebral se asientan en un espacio endentado en la parte inferior trasera del cráneo, por encima del foramen magno (un orificio en forma de embudo hacia el canal espinal). La malformación de Chiari se produce cuando parte del cerebelo se ubica por debajo del foramen magno", ha explicado Oliver.
Asimismo, apunta el doctor Gilete, las malformaciones de Chiari pueden desarrollarse cuando el espacio óseo es más pequeño de lo normal, causando que el cerebelo y el tallo cerebral sean empujados hacia abajo dentro del foramen magno y del canal espinal superior. La presión resultante sobre el cerebelo y el tallo cerebral puede afectar las funciones controladas por esas áreas y bloquear el flujo del líquido cefalorraquídeo (LCR), el líquido claro que rodea y protege al cerebro y la médula espinal, hacia y desde el cerebro.
Y es que, se calcula que la incidencia de Chiari en la población general se sitúa entre el 0,1 y 1 por ciento y que el 13 por ciento de los casos presentan hiperlaxitud de las articulaciones con su principal manifestación, la inestabilidad cráneo-cervical. Según indican estos especialistas, se conocen más de 50 enfermedades del tejido conectivo de carácter hereditario que se manifestarían por la inestabilidad cráneo-cervical entre otros síntomas.
"La más conocida es el Síndrome de Ehlers-Danlos, cuya forma más frecuente es el tipo hipermóvil. Este síndrome también se considera muy infradiagnosticado por lo que su frecuencia de 1 por 5.000 habitantes podría ser muy superior, incluso 1 por cada 200 habitantes, y de ellos como mínimo un 15 por ciento tendrían manifestaciones de inestabilidad cráneo-cervical", ha enfatizado Oliver.
Tras un consenso internacional se ha acuñado el término Síndrome Medular Cervical, provocado por el repetido estiramiento que padecen los axones de la médula, que produce su deformación debido a los exagerados movimientos que la hiperlaxitud o hipermovilidad permiten y que se traduce en alteraciones demostradas en el estudio microscópico.
"Englobada dentro del síndrome Medular Cervical figura una amplia sintomatología: cefaleas continuas, cefaleas al esfuerzo, alteraciones visuales, inestabilidad, vértigo, alteraciones auditivas, alteraciones del habla, problemas de memoria, dificultades en la respiración y la deglución, alteración del patrón normal de sueño, debilidad y alteración sensitiva en áreas del cuerpo, alteración de la marcha, alteración de la micción y disfunción del sistema nervioso autónomo que se manifiesta por taquicardia, síncopes, alteraciones digestivas o fatiga excesiva", ha señalado Gilete.