MADRID 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Informar al paciente oncológico de los posibles efectos secundarios en su físico reduce el miedo a la incertidumbre y ayuda a tener una mayor percepción de control, según explica la psicooncóloga en MD Anderson Cancer Center Madrid, María Isabel González.
En concreto, dar a conocer las ayudas y recursos de los que dispone, resolver preguntas, tanto acerca del tratamiento como de la enfermedad, o visualizar posibles escenarios, pueden ayudar en la gestión de las emociones de estos pacientes.
Los cambios físicos, como la caída de cabello o la desfiguración facial, e incluso ciertos abordajes como amputaciones u ostomías, pueden situar al paciente en un estado de indefensión ante la frustración y la tristeza que genera.
Así, además de trabajar con objetivos y expectativas realistas, la experta de MD Anderson Cancer Center recomienda implementar algunas estrategias de autocuidado como la correcta alimentación, la realización de ejercicio y el descanso.
No obstante, a pesar de que estas ayudas pueden ser suficientes para algunos pacientes, para otros, el malestar puede ser más significativo, intenso y prolongado en el tiempo, afectando a diferentes áreas de sus vidas laboral, personal y familiar, lo que requiere un abordaje terapéutico más específico.
LA TERAPIA "ES UN TRAJE A MEDIDA"
Conocido como duelo corporal, estos cambios en la apariencia del paciente pueden variar en la intensidad y la duración de la respuesta emocional y, por tanto, del impacto psicológico.
"Hay pérdidas que son temporales y reversibles, como la alopecia después de una quimioterapia, mientras que otras son irreversibles, por lo que tenemos que adaptarnos, ya no temporalmente, sino de manera indefinida a esta nueva situación", continúa la psicooncóloga, quien insiste en que "es fundamental evaluar primero la necesidad del paciente" y "transformar la amenaza en desafío".
En este sentido, González sostiene que la terapia "siempre es un traje a medida", ya que "las necesidades de los pacientes no son iguales a lo largo del proceso", por lo que es importante adaptar el apoyo y la asistencia en consecuencia.
EVITAR LA SOBREPROTECCIÓN
Por otro lado, la psicooncóloga de MD Anderson Madrid recomienda que los familiares también trabajen la esfera psicológica para aceptar y entender la dificultad por la que pasa el paciente, así como a aprender a acompañarlo y a no invalidar sus emociones.
"Hay que evitar la sobreprotección, los mensajes de pena o lástima. De esa forma, estamos enviando un mensaje negativo de 'no eres capaz o no puedes'. Hay que aprender a mantenernos a disposición de lo que pueda necesitar y ofrecer esa ayuda, pero no adelantarnos sin que el paciente lo pida. Hay que darle su espacio de autonomía", indica.
"Pueden ser frecuentes sentimientos de vergüenza o vulnerabilidad que incluso deriven hacia el aislamiento social. En consulta ponemos en valor el contar con una red de apoyo familiar y social, y que sea el paciente quién oriente a su entrono en sus necesidades", concluye la experta.
El cáncer sigue constituyendo una de las principales causas de morbi-mortalidad en el mundo y se estima que seguirá siéndolo en los próximos años. Tanto es así que, en España, el número de cánceres diagnosticados en 2024 alcanzará los 286.664 casos aproximadamente, según los cálculos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN).