MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el domingo, Clínica Baviera insiste en la importancia de las revisiones oftalmológicas periódicas para detectar precozmente la retinopatía diabética, una de las enfermedades oculares más graves que puede producir la diabetes.
En España, se calcula que el 13,8 por ciento de la población mayor de 18 años está afectada de diabetes tipo 2, desconociendo esta situación aproximadamente la mitad de los mismos. Además, se estima que a los 15 años de padecer diabetes, muchos pacientes presentarán algún grado de retinopatía.
La diabetes es una enfermedad metabólica que afecta a numerosos órganos y sistemas, ente ellos, el riñón, el corazón, el sistema nervioso o los ojos. Así, la retinopatía diabética se produce porque los niveles altos de glucemia en sangre pueden dañar los vasos sanguíneos que nutren la retina y el propio tejido nervioso.
En las fases más precoces de la enfermedad, los cambios en la visión son mínimos, pero si la enfermedad se encuentra en un estado avanzado, puede provocar la aparición de edema macular (causa más frecuente de pérdida de visión en pacientes con diabetes) o la aparición de vasos anormales que crecen en la superficie de la retina y que, sin el tratamiento adecuado, pueden causar un desprendimiento de retina traccional, hemorragia intraocular o glaucoma neovascular.
CÓMO PREVENIR LOS PROBLEMAS VISUALES EN PACIENTES DIABÉTICOS
Las principales medidas de prevención en personas con diabetes son las revisiones oculares periódicas y el control de la enfermedad. Por eso es fundamental vigilar los niveles de azúcar, controlar la tensión arterial y los niveles de colesterol.
Por todo ello, el seguimiento de un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada, evitando el consumo de tabaco y alcohol, así como la práctica de ejercicio físico de forma regular, contribuirá a un buen control de la diabetes y a reducir el riesgo de problemas oculares derivados.
CÓMO TRATAR LOS PROBLEMAS OCULARES DERIVADOS DE LA DIABETES
Cuando la retinopatía diabética es detectada en fases precoces donde las alteraciones son leves, se aconseja mejorar el control metabólico, siendo importante la colaboración entre los diabetólogos y los oftalmólogos.
En caso de que la enfermedad progrese y aparezcan complicaciones como el edema macular o los vasos anormales, es preciso realizar u tratamiento. El primer escalón terapeútico son los fármacos antiangiogénicos, que se administran mediante inyecciones intraoculares. El segundo pilar de tratamiento es el láser argón.
En casos más avanzados puede ser necesaria la cirugía. La técnica utilizada es la vitrectomía, una microcirugía que se realiza mediante pequeñas incisiones que permiten una mejor y más rápida recuperación postoperatoria.
Será el oftalmólogo especialista en retina quien decidirá qué técnica es la más adecuada para cada paciente según su caso particular y la evolución de la enfermedad.