El Hospital Reina Sofía de Córdoba incorpora el primer PET y TAC híbrido que se instala en un hospital español

Presentación Del Nuevo Equipo Híbrido De PET Y TAC En El Reina Sofía
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 14 septiembre 2011 18:37

La Junta invierte más de 1,5 millones de euros en esta tecnología, la primera de este tipo que se instala en un hospital español

CÓRDOBA, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

Más de 4.000 pacientes al año se beneficiarán del nuevo equipo híbrido que combina Tomografía por Emisión de Positrones (PET) y Tomografía Axial Computarizada (TAC) para aportar más rapidez y precisión en el diagnóstico de las patologías oncológicas, tecnología puesta en funcionamiento en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, que forma parte de Medicina Nuclear y representa la última incorporación al diagnóstico por imagen de la especialidad.

La consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, ha inaugurado este miércoles dicho equipamiento de última generación que por primera vez se instala en un hospital español y cuya inversión ha superado los 1,5 millones de euros. Alrededor de una veintena de pacientes diarios y más de 4.000 al año se puedan someter a estos estudios --antes de las 24 horas las personas hospitalizadas y entre cuatro y cinco días si se hace de manera ambulatoria--.

Un volumen importante de pacientes oncológicos, en un momento determinado de su evolución, requiere de la realización de este tipo de pruebas que ofrecen gran fiabilidad en la localización de la lesión, su posible extensión a tejidos circundantes y en caso de metástasis. La información que aporta ayuda a decidir si se indica cirugía, quimioterapia, radioterapia o la combinación de éstas y en qué orden se debe aplicar, así como la evaluación de la respuesta terapéutica.

Durante su visita, Montero ha recordado a José María Latre, quien fuera responsable de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Nuclear hasta su fallecimiento el pasado mes de junio. La consejera ha destacado "el cariño hacia el doctor Latre que se percibe entre sus compañeros y familiares" --que también han estado presentes en el acto--, así como "su entusiasmo y compromiso con la sanidad pública" que han hecho de la unidad de Medicina Nuclear del centro cordobés "una de las más importantes del país".

De este modo, el nuevo equipo sustituye al anterior, que entró funcionamiento hace cuatro años, y ofrece una única imagen que aúna el estudio funcional del metabolismo celular que facilita el PET --con una resolución de 4,2 milímetros-- y el anatómico que proporciona el TAC helicoidal multicorte. Esta alta resolución permite la detección de lesiones muy pequeñas y mucha exactitud en la localización anatómica. Asimismo, al incorporar ambos procedimientos, se evita la duplicidad de estudios.

Entre otras aportaciones, este moderno equipamiento permitirá aumentar el número de pacientes a tratar al reducirse el tiempo de exploración --la media es de unos 20 minutos frente a los 75 minutos del otro equipo--. Además, la dosis del radiofármaco utilizado en estos procesos se reduce a la mitad hasta situarse en los cinco milicurios --por lo que también descienden los niveles de radiación a los que se expone el enfermo--.

Por otra parte, la consola de trabajo es más versátil y con una elevada precisión, por lo que sus imágenes son más fáciles de interpretar. Como novedad, esta tecnología podrá asumir la planificación de las sesiones de radioterapia, ya que permite adecuar el área de tratamiento a la zona metabólicamente activa.

DEFINICIÓN

El PET ofrece información bioquímica y metabólica de órganos y tejidos y es capaz de detectar precozmente alteraciones en determinadas patologías antes de que evidencien cambios morfológicos. El diagnóstico, estadificación y valoración de la respuesta terapéutica en tumores es su principal indicación, aunque también se emplea en el estudio de determinadas enfermedades neuropsiquiátrica y cardiacas.

En oncología se usa sobre todo en el diagnóstico de nódulo pulmonar solitario, estadificación de cáncer de pulmón no microcítico, cáncer de colon, linfoma de Hodgkin, melanoma y en recurrencia local del cáncer de cabeza-cuello y del cáncer medular de tiroides y en recidiva del cáncer de tiroides, así como en otros tipos de tumores. En estas situaciones, permite valorar el incremento del consumo de glucosa en las células tumorales, que facilita la localización de lesiones con un elevado grado de exactitud para definir la extensión local del cáncer y, en su caso, la existencia de enfermedad a distancia.

ACTIVIDAD

Desde la puesta en marcha del primer PET en 2007, el Hospital Reina Sofía ha realizado 4.401 sesiones. Alrededor del 90 por ciento de la aplicación del PET en el Reina Sofía se asocia a linfomas, cáncer de pulmón y carcinoma colorrectal, mientras que en el diez por ciento restante se emplea en el diagnóstico de cáncer de tiroides, cabeza y cuello, vía biliares y melanoma, entre otros.

La técnica consiste en administrar material radiactivo --flúor-18 en forma de fluoroglucosa-- que permite obtener imágenes claras de la actividad de las células tumorales, con una eliminación rápida por las características del producto, con lo que se minimizan los riesgos para pacientes y familiares.

El búnker en el que se ubica el PET y otras dependencias anexas --una sala para la recepción y preparación del material radiactivo y dos más para la administración del contraste, una más para el control, la zona de máquinas y un aseo-- ocupan una superficie de cien metros cuadrados y quedan perfectamente aisladas del resto de las instalaciones del servicio.

Andalucía ha sido la primera comunidad autónoma en incorporar la Tomografía por Emisión de Positrones (PET), la técnica más avanzada en la detección de cáncer y de gran utilidad en el diagnóstico e investigación de enfermedades de tipo cardiovascular, demencias y afectaciones del sistema nervioso, entre otras dolencias.

Los profesionales de Medicina Nuclear del Hospital Reina Sofía atienden cada año a alrededor de 15.000 pacientes para someterse a diferentes pruebas diagnósticas --fundamentalmente gammagrafías, PET y densitometrías-- y también se aplican terapias para cáncer de tiroides, linfomas y artritis reumatoide, entre otras.