MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
La hipertermia local, que consiste en la aplicación de calor a altas temperaturas de más de 40 grados centígrados en determinadas zonas del cuerpo, puede ser un tratamiento útil para luchar contra el prurito (picor) o contra los tumores, ya que provoca que las células del cáncer sean más vulnerables a la radioterapia y la quimioterapia, según el doctor Tim Mentel, director de Medicina y Ciencia de los Laboratorios MibeTec GmbH (Dermapharm).
El término hipertermia, en general, describe el sobrecalentamiento no fisiológico del organismo frente al control del centro de termorregulación situado en la zona del hipotálamo. Las técnicas de hipertermia, también denominada termoterapia, incluyen una variedad de métodos técnicos que logran un calentamiento local, regional o sistémico del cuerpo más allá de la temperatura corporal normal.
Tal y como señala el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, el método de la hipertermia se está evaluando en estudios clínicos, por lo que todavía no está disponible en forma generalizada. "Muchas de estas investigaciones, aunque no todas, han indicado una reducción significativa del tamaño del tumor cuando se combina la hipertermia con otros tratamientos", explican.
"Hay muchos efectos fisiológicos descritos para la hipertermia artificial, especialmente en el campo de la Oncología. Este proceso no mata directamente a las células tumorales, ya que las altas temperaturas que se necesitan atacarían al tejido sano. Al sobrecalentarse, las células tumorales son más vulnerables al sistema inmunológico del cuerpo, a la radiación o quimioterapia", detalla el doctor Mentel en una entrevista con Europa Press.
Así lo han demostrado también algunos estudios, como una investigación del Centro Médico Erasmus en Rotterdam (Países Bajos), que mostró en 2011 que la hipertermia bloquea un mecanismo clave en la reparación del ADN que podría frenar los efectos de la radiación y la quimioterapia.
Según sus hallazgos, el aumento de la temperatura produce la degradación de la proteína BRCA2, un elemento clave en la reparación del ADN, y permite que la radiación y la quimioterapia "sean más eficaces al frenar el crecimiento del tumor". Los investigadores apuntaron que la hipertermia podría también mejorar la eficacia de las terapias para otros cánceres asociados con los genes BRCA, como el de mama u ovario.
HIPERTERMIA EN ESPAÑA
En España, otros investigadores también han estudiado las potencialidades de esta técnica. Por ejemplo, hace dos años, científicos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) desarrollaron a escala de laboratorio un dispositivo para aplicar hipertermia mediante láser en tumores cutáneos.
Su objetivo era conseguir la muerte de las células tumorales por sobrecalentamiento mediante la irradicación de nanopartículas metálicas sintetizadas. "Al recibir la radiación, las partículas calientan el tejido tumoral, alcanzando una temperatura entre 42 y 48 grados, lo que produce una hipoxia que deriva en muerte celular", detalló uno de los investigadores, Roberto Montes.
Por otra parte, científicos de Ceit-IK4, de la Universidad de Navarra, desarrollaron el año pasado un nuevo método de lucha contra el cáncer utilizando hipertermia. En este caso, introducen en el cuerpo unos microhilos magnéticos mediante los que se aplica esta temperatura a la zona afectada por los tumores. Combinar sus microhilos magnéticos con una plataforma microfluídica permite reducir en un 70 por ciento la viabilidad de las células cancerígenas, según la investigadora Oihane Mitxelena.
En marzo de 2019, el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander se convirtió en el primer hospital público de España en disponer de un equipo de hipertermia para Oncología, que tratará tumores de peor pronóstico. Así, es el primero en el mundo en practicar este tipo de terapia dentro de un servicio de radioterapia para posibilitar el tratamiento coordinado de ambas técnicas. Empezó a usarse en pacientes con tumores cerebrales, de recto y páncreas.
TAMBIÉN CONTRA EL PICOR
Otro campo en el que se ha demostrado un efecto beneficioso de la hipertermia local es el tratamiento del prurito, utilizando las altas temperturas como contra estímulo. Con la aplicación de calor concentrado, además, puede acabar con manchas, picaduras o cicatrices, según el doctor.
"Hay numerosos estudios científicos que muestran el efecto positivo de los contra estímulos dolorosos sobre el prurito y la picazón. Si se presentan síntomas como picor, dolor e hinchazón debido a las picaduras o mordeduras de insectos como, por ejemplo, un mosquito, el tratamiento con hipertermia local es efectivo", detalla Mentel, también responsable médico del dispositivo 'Bite away', que aplica altas temperaturas contra las picaduras.
¿ES PERJUDICIAL PARA LA PIEL?
Pese al miedo para el paciente que pueda suponer la aplicación de calor a tan alta temperatura, el doctor Mentel asegura que "la aplicación a corto plazo de calor local durante tres o cinco segundos no tiene ningún efecto nocivo sobre la piel humana".
Sin embargo, puntualiza que este proceso activa sensores de calor en las terminaciones nerviosas de la piel, los llamados receptores TRPV1, caracterizados por desempeñar un papel en diferentes procesos fisiológicos. "La aplicación de estos impulsos cortos de calor puede llevar desde un corto enrojecimiento a otro que desaparece después de un par de minutos", añade.
Además, insiste en que los dispositivos de hipertermia "están diseñados para el uso diario, por lo que los niveles de seguridad que se cumplen son muy altos". "De modo, que no hay una situación de riesgo para la población", defiende. En cualquier caso, refiere que no deben utilizarlo pacientes con alodinia (presencia de dolor ante un estímulo no doloroso), hiperalgesia (nervios o cambios químicos en las vías nerviosas que participan en la percepción del dolor) o tumores y melanomas de la piel.