MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) han pedido que los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) sean financiados por el Sistema Nacional de Salud en fibrilación auricular valvular, trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar, y que el acceso a estos fármacos sea equitativo en todo el territorio nacional.
"Durante la reciente crisis sanitaria, se ha visto dificultada la anticoagulación oral en pacientes con fibrilación auricular valvular por la necesidad de controles frecuentes que conllevan los fármacos antagonistas de la vitamina K (AVK)", ha afirmado Jorge Cuesta Tovar, del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Complejo Hospitalario de Toledo, durante su intervención en el seminario 'on line' 'Coagulación, Anticoagulación y COVID-19: ¿qué hemos aprendido?', en el que ha colaborado Leo Pharma.
Para intentar paliar esta situación, "se han establecido controles cada 6-8 semanas en pacientes con buen control del tratamiento con AVK, se ha utilizado heparina de bajo peso molecular a dosis terapéutica durante tiempo extendido y se ha recurrido a los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) en determinadas situaciones, como los nuevos diagnósticos de fibrilación auricular que precisaban anticoagulación y los pacientes tratados con AVK con mala anticoagulación (tiempo en rango terapéutico bajo o controles muy frecuentes)".
Los ACOD no requieren controles tan frecuentes como los AVK y no están financiados por el Sistema Nacional de Salud (SNS) en todos los pacientes con fibrilación auricular, ni tampoco lo están para pacientes con trombosis venosa profunda o tromboembolismo pulmonar.
Pascual Marco Vera, del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital General Universitario de Alicante, opina que la coordinación entre los servicios de Hematología y los centros de salud "ha sido fundamental para lograr una óptima atención ambulatoria del paciente anticoagulado durante la crisis sanitaria", explica. "Se han establecido controles compartidos con los médicos de familia y han jugado un papel muy destacado tanto la telemedicina como la enfermería especializada".
Por lo general, "se han prescrito ACOD siempre que se ha podido y excepcionalmente en aquellas indicaciones no cubiertas por el SNS, tras el visto bueno de las inspecciones de las áreas implicadas". "Ya no cabe ninguna duda de que el acceso a los ACOD debería realizarse con los mismos criterios de equidad en todo el territorio nacional", ha reivindicado.
Juan Carlos Obaya, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Cardiovasculares de Semfyc y moderador del seminario, recuerda las dos únicas indicaciones financiadas de los ACOD: prevención de episodios tromboembólicos en cirugía programada de reemplazo de rodilla o cadera y prevención de ictus y embolia sistémica en pacientes adultos con fibrilación auricular no valvular.