Hablar de forma clara, clave para un recuerdo nítido

Conversación, reunión entre médicos
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Actualizado: martes, 13 noviembre 2018 8:18

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MADRID, 5 (EUROPA PRESS)

Algunas conversaciones se olvidan tan pronto como terminan, mientras que otros intercambios pueden dejar huellas duraderas. Los investigadores de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos) Sandie Keerstock y Rajka Smiljanic querían entender por qué y cómo los oyentes recuerdan algunas expresiones habladas con mayor claridad que otras. Están buscando específicamente formas en que la claridad del estilo de expresión puede afectar la memoria.

Keerstock, estudiante de Doctorado de la Universidad de Austin, y Smiljanic, profesora asociada y lingüista que dirige UTsoundLab, describirán su trabajo en la 176 Reunión de la Sociedad Americana de Acústica, celebrada conjuntamente con la Semana 2108 de la Asociación Canadiense de Acústica, que se celebra hasta el viernes en Victoria, Canadá.

En un experimento, se dio a 30 oyentes nativos y 30 oyentes no nativos de inglés 72 oraciones, divididas en seis bloques de 12 oraciones cada uno. Estas frases, como "El abuelo bebió café oscuro" o "el niño llevó la silla pesada", se produjeron alternativamente en dos estilos diferentes: discurso "claro", en el que el orador habló lentamente, articulando con gran precisión, y una manera de conversación más informal y rápida.

UNA FORMA MÁS EFICIENTE DE TRANSMITIR INFORMACIÓN

Después de escuchar cada bloque de una docena de oraciones, se pidió a los oyentes que recordaran textualmente las oraciones que habían escuchado al escribirlas en una hoja de papel, después de recibir una pista como "abuelo" o "niño". Ambos grupos de oyentes, nativos y no nativos, obtuvieron mejores resultados cuando las oraciones se presentaron con un estilo de habla claro.

Esta idea está en línea con su estudio anterior en el que las oraciones claramente pronunciadas se reconocieron mejor que las oraciones ocasionales, tal como las escucharon anteriormente ambos grupos de oyentes. Los investigadores de UT Austin ofrecen una posible explicación para estos resultados: cuando un orador habla más rápido o no puede realizar los enunciados tan claramente, los oyentes tienen que trabajar más para descifrar lo que dice. En consecuencia, se llevan más recursos mentales hacia esa tarea, dejando menos recursos disponibles para la consolidación de la memoria.

El habla claramente producida podría beneficiar a los estudiantes en el aula y a los pacientes que reciben instrucciones de sus médicos, plantea Smiljanic. "Esa parece ser una forma eficiente de transmitir información, no solo porque podemos escuchar mejor las palabras sino también porque podemos retenerlas mejor", afirma.

En su próxima ronda de experimentos, esta investigadora y Keerstock se centrarán en los oradores en lugar de en los oyentes para ver si hablar claramente afecta a su propia memoria. "Si estás ensayando para una conferencia y lees el material en voz alta de manera hiperarticulada --plantea Keerstock--, ¿te ayudará eso a recordarla mejor?".