MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
La primera guía clínica para el manejo de las bronquiectasias en el adulto de la European Respiratory Societ, cuya primer firmante es la neumóloga Eva Polverino, ha evidenciado que la fisioterapia respiratoria mejora el control de las bronquiectasias en pacientes adultos.
En concreto, el objetivo de la fisioterapia respiratoria en estos pacientes es evitar las exacerbaciones, reducir los síntomas, aumentar su calidad de vida y disminuir el riesgo de futuras complicaciones como el deterioro de la función pulmonar o exacerbaciones graves, según concluye
Por ello, se recomienda a los pacientes con la capacidad del ejercicio deteriorada que participen en un programa de rehabilitación pulmonar y practiquen ejercicio físico de forma regular, basándose en evidencia médica de alta calidad.
Además, se sugiere que los pacientes con tos productiva y dificultad para expectorar deberían ser entrenados por fisioterapeutas respiratorios expertos para realizar las técnicas de limpieza de secreciones al menos una o dos veces al día, con la finalidad de drenarlas y evitar que se acumulen en las vías aéreas y así reducir las agudizaciones recurrentes que pueden producir las bronquiectasias.
"Las decisiones terapéuticas deben valorar los potenciales efectos beneficiosos de la intervención frente a la carga del tratamiento y el riesgo de eventos adversos. Es importante tener en cuenta los valores y preferencias de los pacientes en todas las decisiones terapéuticas, así como la historia previa de exacerbaciones, calidad de vida, gravedad de la enfermedad y la etiología de base de las bronquiectasias, todo lo cual puede tener un impacto en los resultados a largo plazo que conseguimos con los pacientes", ha destacado el fisioterapeuta y otro de los autores de la guía Jordi Vilaró.
En concreto, las bronquiectasias son una patología respiratoria crónica que se caracteriza por una mala calidad de vida, exacerbaciones frecuentes entre aquellos que la padecen, así como dilataciones anormales y permanentes en la pared de los bronquios, que se pueden diagnosticar mediante tomografía computarizada torácica de alta resolución (TCAR).
Asimismo, se manifiestan por un aumento de la producción de secreciones y expectoración, lo que puede provocar infecciones respiratorias recurrentes, y otros síntomas como la tos crónica, que empeora a ciertas horas del día o al acostarse, hemoptisis (o sangre en el esputo), disnea (o sensación de ahogo), fatiga y sibilancias.
LAS BRONQUIECTASIAS AFECTAN MÁS A LAS MUJERES
Entre sus posibles causas figuran infecciones previas como las neumonías o la tuberculosis, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma, la aspergillosis broncopulmonar alérgica, e, incluso, las broncoaspiraciones frecuentes y el reflujo gastroesofágico. La fibrosis quística es también una causa de bronquiectasias pero es usualmente tratada separadamente porque, a pesar de sus similitudes, es una patología genética y sistémica que requiere un manejo específico en centros especializados.
Según un artículo publicado en la revista científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), titulada 'Monografías de Archivos de Bronconeumología', la prevalencia de las bronquiectasias es mayor entre las mujeres, en una proporción del 63 o el 68 por ciento, frente a los hombres, y en población de mayor edad.
Teniendo en cuenta la prevalencia estimada para España, el gasto anual total debido al tratamiento de las bronquiectasias para la población actual (aproximadamente 46.770.000 habitantes) oscilaría entre los 113 millones y los 594 millones de euros e, incluso, es posible que los costes estén infraestimados.
En este sentido, y con la evidencia disponible hasta el momento, los expertos han insistido en que la fisioterapia respiratoria sirve para mejorar el drenaje de las secreciones que se acumulan en las vías respiratorias, lo que contribuye a prevenir las infecciones respiratorias recurrentes o a minimizar las que aparezcan.
Del mismo modo, ayuda al enfermo a adquirir un correcto patrón respiratorio, lo que permite mejorar la ventilación pulmonar y evita la acumulación de secreciones en las vías respiratorias y mejora la oxigenación de los pulmones.
También aumenta la tolerancia del paciente al ejercicio físico, lo que evita su pérdida de masa muscular y disminuye la aparición de disnea. Todo ello redunda en un aumento de la calidad de vida del paciente, que sufre menos complicaciones debidas a las bronquiectasias que padece, menos ingresos hospitalarios y que requiere menos medicación.
"Considerando que los pacientes que padecen bronquiectasias sufren habitualmente tanto el aumento de la expectoración coma la fatiga crónica, la fisioterapia respiratoria, que combina tanto ejercicios de drenaje de secreciones como programas de rehabilitación, constituye uno de los pilares del tratamiento habitual de estos pacientes", ha zanjado Polverino.