MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Fundación MSF ha desarrollado aplicación Antibiogo, un herramienta de diagnóstico y gratuita para frenar la resistencia a los antibióticos y responder a las necesidades de países de ingresos medios y bajos, ya que no necesita conexión a Internet.
Esta herramienta, que acaba de recibir el indicador de conformidad europeo, es decir, la certificación CE, funcionará desde este verano en varios laboratorios de Médicos Sin Fronteras (MSF). La aplicación facilita al personal de laboratorio no experto la medición e interpretación de los antibiogramas, la prueba que determina la sensibilidad de las bacterias a los distintos antibióticos.
Esta prueba, que es esencial para poder prescribir antibióticos más eficaces a los pacientes, suele ser interpretada por microbiólogos, que no abundan en países de ingresos medios y bajos.
"Gracias a Antibiogo, todo el personal técnico de laboratorios de microbiología, de cualquier país de ingresos medios, podrá leer e interpretar un antibiograma directamente en su teléfono y conocer el nivel de resistencia de las bacterias responsables de la infección de los pacientes", explica la Dra. Nada Malou, responsable del programa Antibiogo.
"Si se usa correctamente, se trata de una nueva y magnífica herramienta de diagnóstico que ayudará a garantizar un mayor acceso a pruebas bacteriológicas de alta calidad, incluso sin la presencia de microbiólogos. De este modo, no solo será posible tratar a los pacientes con antibióticos más adecuados, sino también reducir la resistencia a los antibióticos", añade.
La resistencia a los antimicrobianos, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una importante amenaza para la salud pública, causó 1,27 millones de muertes en 2019. A partir de 2050 podría convertirse en la principal causa de mortalidad, llegando a causar 10 millones de muertes al año en todo el mundo si no se hace nada al respecto.
"Antibiogo es novedosa porque se ha creado a partir de una necesidad identificada en países con recursos limitados, se ha desarrollado junto a los usuarios de dichos países y con sus datos, y se ha probado en las poblaciones que se van a beneficiar de ella. El modelo de desarrollo de este dispositivo médico es el contrario al que solemos observar, y responde a las necesidades reales que existen en países de ingresos medios y bajos", añade la doctora Nada Malou.
En países de ingresos altos, la prescripción de antibióticos resulta más fácil gracias a los sistemas automatizados de lectura e interpretación de antibiogramas y al conocimiento especializado del personal especializado en microbiología. Sin embargo, en países de ingresos medios y bajos que no disponen de estos costosos equipos ni de un número suficiente de microbiólogos clínicos, la identificación de la resistencia a los antibióticos es mucho más compleja o con frecuencia no existe.