MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) ha querido romper con algunas creencias erróneas que se han extendido sobre el efecto negativo de la actividad física en las personas con artritis, por el contrario, ha asegurado que el ejercicio es positivo para tratar la enfermedad, aunque ha advertido que requiere estar prescrito por profesionales de fisioterapia.
La artritis es una enfermedad reumática, autoinmune y crónica que afecta a las articulaciones, con síntomas como dolor, hinchazón, rigidez matutina, enrojecimiento, pérdida de fuerza, de destreza y de movilidad.
Con motivo del Día Mundial de la Fisioterapia, que se celebra este año el 8 de septiembre y que está dedicado a la artitris, los fisioterapeutas madrileños han publicado cuatro falsas creencias relacionadas con la enfermedad.
Los fisioterapeutas han descartado que duela demasiado hacer ejercicio. El movimiento, la actividad física y el ejercicio pueden ayudar a reducir el dolor, además, experimentar algo de dolor suele ser una parte normal del tratamiento de los síntomas.
Por el contrario, evitar el movimiento puede empeorar los síntomas. La falta de actividad física también está asociada a otras afecciones, como las cardiopatías, las enfermedades pulmonares, la diabetes y la obesidad.
Asimismo, también han negado que el ejercicio pueda dañar aún más las articulaciones en personas con artritis. El ejercicio, incluido el levantamiento de pesas y ejercicio de alta intensidad, ha demostrado ser beneficioso y seguro para las personas con artritis.
Además, aseguran que, aunque a veces el ejercicio puede causar dolor, suele ser un signo de adaptación a una nueva actividad. Si el dolor persiste, puede significar que la actividad puede ser demasiado para la capacidad actual del paciente, pero no es un signo de que se hayan producido más daños en las articulaciones.
Desde el CPFCM también desmienten que el ejercicio pueda provocar un brote. Hay momentos en que los síntomas pueden aumentar: las articulaciones pueden hincharse más, doler más y estar calientes al tacto. Es lo que se conoce como brote.
Puede ocurrir, por ejemplo, si el paciente se ha excedido haciendo demasiado ejercicio. Es importante que durante los brotes esa persona modifique (no que interrumpa) su actividad física y permita que su cuerpo se recupere.
Su fisioterapeuta podrá aconsejarle sobre cómo modificar sus niveles de actividad durante un brote y sobre cómo hacer ejercicio de forma segura para reducir el riesgo de provocar un brote.
Por último, niegan que el ejercicio cansará más a los pacientes. El dolor y el agotamiento pueden dificultar la actividad física, sobre todo al principio, cuando el cuerpo no está acostumbrado. Sin embargo, el ejercicio terapéutico y la actividad mejoran la forma física y la fuerza, y también pueden ayudar a reducir el agotamiento relacionado con la enfermedad y a mejorar el estado de ánimo.
Un fisioterapeuta podrá aconsejar a cada paciente sobre cómo empezar a hacer ejercicio y cómo aumentarlo gradualmente a medida que su cuerpo se fortalezca.
Asimismo, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid ha informado que organizará una performance el próximo 8 de septiembre en Madrid para sensibilizar a la ciudadanía sobre esta enfermedad.