MADRID 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en el curso 'Dolor musculoesquelético: mecanismos e implicaciones básicos', organizado por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés), con la colaboración de Grünenthal y de su iniciativa 'Dolor.com', han destacado la importancia de la actualización de conocimientos y diagnóstico precoz para romper el "círculo vicioso" del dolor musculoesquelético.
Se trata de un problema diagnóstico y terapéutico, y afecta al 21 por ciento de las personas que padecen dolor crónico. A lo largo de los años se han acumulado nuevos hallazgos, por lo que cada vez es más necesario que los profesionales que atienden a los pacientes de esta patología actualicen su conocimiento en base a las nuevas novedades.
Por ello, el curso pretende actualizar al médico implicado en el manejo del dolor, en la investigación más avanzada sobre los mecanismos neurobiológicos periféricos y centrales en el dolor musculoesquelético, que son necesarios para desarrollar terapias existentes nuevas y mejoradas, desarrollar diagnósticos basados en la evidencia e implementar regímenes de tratamiento.
"En cuanto a los profesionales a los que ha estado dirigido, entre ellos están los médicos de Atención Primaria, cuyos profesionales representan el núcleo esencial de personal que atiende a los pacientes con dolor musculoesquelético en primera instancia, en más del 80 por ciento de los casos, pero también a los profesionales de las unidades del dolor, especializados para atender pacientes con dolor musculoesquelético", ha recalcado el anestesiólogo y coordinador de la Unidad de Dolor del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, Rafael Gálvez.
Asimismo, el curso aborda la hiperalgesia en este tipo de dolor, un círculo vicioso del dolor, por el cual la respuesta nerviosa desencadenada por el mismo, hace que el dolor sea cada vez más intenso. En este sentido, el doctor ha informado de que la lumbalgia, la cervicalgia y otro tipo de dolores musculoesqueléticos provocan alteraciones nerviosas con el paso del tiempo que retroalimentan el dolor.
"El sistema nervioso, por su neuroplasticidad y por la mediación de un proceso de sensibilización central, puede motivar la aparición de dos posibles tipos de hiperalgesia: una superficial, que extiende el dolor más allá de la zona muscular dolorida a otras zonas circundantes; y otra, llamada hiperalgesia profunda, que facilita la cronificación del dolor y produce mayor incapacitación del paciente", ha explicado el especialista.
Además, el dolor musculoesquelético puede estar motivado por cambios corticales y las disfunciones del control motor. "Las alteraciones músculo-esqueléticas que generan dolor, con el paso del tiempo o al hacerse crónicos, pueden provocar alteraciones corticales importantes. Estas se manifiestan a nivel de la fibra muscular, por la infiltración de grasa en dicha fibra y atrofia posterior, y a nivel clínico, con aumento de las contracturas y rigidez, que en el caso de la lumbalgia crónica, se manifiesta no solo a nivel lumbar, sino también de la musculatura abdominal", ha apostillado, para destacar que con frecuencia aparecen alteraciones de la estática, de la propiocepción y del control postural, lo que conlleva una inestabilidad añadida al paciente.
REHABILITACIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ
Ante estas situaciones, el doctor defiende la necesidad de intervenir lo antes posible, para evitar que el dolor musculoesquelético se perpetúe y genere situaciones de rigidez y atrofia muscular. "Hay que potenciar la rehabilitación y el ejercicio reglado de los pacientes, mediante su actitud proactiva, implicándolos en su propio tratamiento. Al tiempo, hay que amortiguar los factores estresantes emocionales que potencian y cronifican el dolor musculoesquelético", ha argumentado,
Una vez que tenemos la sospecha clínica, los esfuerzos terapéuticos deben ir orientados al tratamiento precoz y multidisciplinar de los pacientes para evitar la perpetuación en el tiempo del síndrome doloroso", ha añadido por su parte el médico de familia del Centro de Salud Universitario Goya de Madrid y profesor Asociado de la Universidad Autónoma, Ignacio Morón Merchante.
Además, ha destacado la importancia de los nuevos modelos de investigación experimentales y las nuevas técnicas de imagen que permiten el estudio de los tejidos blandos, así como la posibilidad de obtener imágenes del funcionamiento del cerebro.
"El estudio de los mecanismos de producción y transmisión del dolor musculoesquelético ha avanzado muchísimo en los últimos años, permitiendo superar las clasificaciones clásicas del dolor", ha detallado, tras incidir en que el conocimiento de la transmisión o amplificación del estímulo doloroso nos va a permitir a los clínicos mejorar el tratamiento de los pacientes.
"Pero, sobre todo, hay que destacar la importancia de prevenir, mediante el reconocimiento precoz de estos pacientes, la cronificación del dolor músculo esquelético en forma de fenómenos de hiperalgesia o sensibilización central", ha aseverado Morón.
Finalmente, ha aludido a una encuesta realizada a 113 médicos españoles de Atención Primaria, Traumatología, Rehabilitación o Unidades de Dolor. Se trata de un 'Estudio Delphi' para intentar consensuar cuáles serían las características y los criterios diagnósticos de los pacientes con Sensibilización Central por artrosis de rodilla", detalló.
"Existió consenso en considerar que los pacientes con sensibilización central presentaban: dolor de intensidad desproporcionada al grado de lesión radiológica, pobre respuesta a los analgésicos habituales, progresión del dolor fuera del sitio original de la lesión, y ansiedad y/o depresión concomitante. Alcanzamos consenso significativo sobre cuáles podrían ser criterios diagnósticos de sensibilización central: la hipersensibilidad en la zona más afectada, la alodinia mecánica dinámica y la hiperalgesia somática profunda al tacto en el área de la articulación afectada", ha zanjado.