MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos en salud mental de la Línea de Rehabilitación Psicosocial de las Hermanas Hospitalarias (LRHP) han denunciado el "estigma machista" al que se enfrentan las mujeres diagnosticadas con trastorno mental grave, por lo que han pedido adoptar la perspectiva de género en salud mental para detectar "correctamente" las "altas" tasas de violencia machista.
Con motivo de la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra este jueves, LHRP ha puesto el foco en la salud mental de las víctimas. Según recogen, ocho de cada diez mujeres diagnosticadas con un trastorno mental grave son víctimas de violencia en el ámbito de la
pareja, lo que supone multiplicar por entre tres y cuatro las cifras de la población general.
"Sobre todo en violencia machista, es muy típico que cuando una mujer empieza a alzar la voz y a denunciar que no le gusta lo que está sufriendo, se la descalifique diciendo que está "loca". Eso
pasa siempre, le sucede a cualquier mujer. Si a eso añadimos que la mujer tiene un diagnóstico psiquiátrico, es mucho más fácil todavía que ese diagnóstico dé carta blanca para que todo lo que ella diga (en general, pero más incluso si denuncia situaciones de violencia y de maltrato) se diluya bajo el paraguas de que es parte de su trastorno y de que, por tanto, no es una persona creíble y confiable", ha denunciado María Amores, psicóloga del Equipo de Apoyo Social Comunitario (EASC) de la LRHP.
Para la experta, ese estigma social también es extensible a todo el sistema institucional, incluidos los profesionales del ámbito de la salud mental, que en su opinión han sido "bastante ciegos" ante
esta realidad. En ese sentido, considera que tradicionalmente se han cometido dos errores "bastante frecuentes".
Por un lado, presuponer que la violencia machista no afectaba a las mujeres con trastorno mental grave. "Hemos pensado erróneamente que no tienen tantas relaciones, que no suelen tener pareja", ha comentado.
Por otro, considerar que los hechos que estas mujeres relataban
podían formar parte de su trastorno. "A todo ello, se une otro hándicap: que muchas veces las mujeres tampoco eran conscientes de que estas situaciones que relataban, en realidad no eran normales ni tolerables, sino situaciones de violencia", ha expuesto.
En este sentido, María Amores aconseja que, con los datos que se tienen hoy en día, los profesionales deberían preguntar a una mujer con trastorno mental grave cómo han sido las relaciones con la pareja, por lo que ha recalcado la importancia de hacer especial hincapié en la violencia psicológica "que es la que deja menos huella" y, a su vez, "es más difícil de demostrar" y tiene mayor prevalencia entre este grupo de población.
La experta insiste en que esta violencia machista psicológica
se manifiesta principalmente en el control económico y en el control del tratamiento psiquiátrica, ya sea por exceso, "aumentos arbitrarios de medicación para que no se dé tanta cuenta de lo que
se está haciendo con ellas y que sea más manipulable y controlable", como por defecto, "evitando que accedan a los recursos de rehabilitación y sanitarios y que tengan contacto con los
profesionales de salud mental".
"Estas mujeres son muy vulnerables y tienden a sentirse en deuda con las personas que les cuidan, por eso toleran muchas cosas. Es imposible salir de la violencia o no caer en ella siendo totalmente dependiente de tu pareja", ha lamentado.