Expertos destacan la utilidad de la estimulación medular para el tratamiento del dolor crónico

DIspositivo de Neuroestimulación
DIspositivo de Neuroestimulación - GALENIA
Publicado: jueves, 19 mayo 2022 13:51

MADRID 19 May. (EUROPA PRESS) -

Expertos han destacado, con motivo de la celebración del 15th World Congress of the International Neuromodulation Society, la utilidad de la estimulación medular para el tratamiento del dolor crónico, un grave problema que afecta a casi el 10 por ciento de la población mundial.

En Europa, una de cada cinco personas lo sufre y es la principal causa de discapacidad. De entre todos los tipos de dolor, el de espalda es el más común, ya que representa alrededor del 50 por ciento de los casos. En muchas ocasiones, el manejo de este problema es complejo y el tratamiento no es satisfactorio.

De hecho, "no es infrecuente" que los pacientes que se someten a una cirugía de espalda acaben desarrollando un dolor espinal persistente, una patología muy incapacitante y cuya incidencia está en aumento, precisamente por el incremento del número de estas cirugías en Europa y Estados Unidos.

Un tratamiento que se ha demostrado "eficaz, seguro y costo-efectivo" para el dolor espinal persistente es la estimulación medular. De hecho, en le congreso, que se celebrará del 21 al 26 de mayo, se van a presentar las últimas novedades en este campo, además de realizar actividades educacionales para dar a conocer este enfoque terapéutico.

"Esta sesión será pública y está abierta también a los pacientes, los familiares y los cuidadores, así como a todo aquel que esté interesado en conocer más acerca de las terapias de neuromodulación. Se presentarán las evidencias que hay sobre su efectividad y también se ofrecerá la perspectiva de los pacientes", ha explicado el especialista en anestesiología y experto en tratamiento intervencionista del dolor, Antonio Ojeda.

La neuromodulación no es un tratamiento nuevo, sino que ya lleva décadas utilizándose y en este tiempo se han podido recoger evidencias que demuestran su eficacia, su costo- efectividad y su seguridad para el tratamiento del dolor espinal persistente.

"Y, a pesar de todas estas evidencias, continúa siendo usada como último recurso para el tratamiento de estos pacientes. Quizás sea preciso hacer todavía más labor de pedagogía para hacer entender tanto a las administraciones como a muchos profesionales que todavía pueden ser reticentes a su uso todos los beneficios que aporta este tratamiento", ha detallado Ojeda.

Para poder ofrecer este tipo de tratamientos a los pacientes, los avances tecnológicos son clave y han estado muy presentes, en los últimos años. Estos avances han permitido la incorporación de novedosas técnicas que han superado sus limitaciones iniciales.

Todo este gran desarrollo se ha acelerado en los últimos años y ha hecho que la neuromodulación sea más segura y eficaz para todos los pacientes. Sobre todo, aquellos que se encuentran huérfanos de soluciones frente a dolores que llegan a ser muy incapacitantes y para los que los tratamientos farmacológicos ya no son una opción.

"No hay que olvidar que el dolor lumbar supone un gasto de hasta un 20 por ciento para los sistemas sanitarios, y que muchos pacientes están recibiendo tratamientos que no son satisfactorios. Hasta cuatro de cada cinco pacientes con dolor espinal persistente no pueden acudir a su trabajo, con lo que también se produce un importante impacto económico en la sociedad. Además de la ansiedad y la depresión, así como los trastornos del sueño, el perjuicio que se produce en la actividad social y la vida laboral de los pacientes y la afectación de su vida familiar son cuestiones que se han de tener muy en cuenta", ha añadido el doctor.

Durante su sesión educacional, Ojeda va a realizar un repaso por los últimos estudios y revisiones sistemáticas que demuestran que la neuroestimulación ofrece mejores resultados que otras acciones, como la reintervención de espalda. Entre sus ventajas se encuentra que es un procedimiento mínimamente invasivo, que es reversible y que es posible hacer una prueba antes de la implantación para valorar si el tratamiento alivia al paciente.

Además, cuenta con el beneficio añadido de permitir una menor medicación, reduciendo el uso de opioides y minimizando así todos los riesgos añadidos al uso crónico de estas sustancias, que supone un grave problema de salud pública.