MADRID 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Universidad Europea han asegurado que la telemedicina ha reducido significativamente los costes de transporte y ha mejorado la eficiencia operativa al permitir el monitoreo temprano de complicaciones, lo que ha reducido el número de hospitalizaciones.
La telemedicina, o telesalud, es el uso de las nuevas tecnologías para ofrecer tratamientos, diagnósticos, monitoreo, verificación de signos vitales y notificación de síntomas sin que el paciente tenga que acudir a un centro de salud u hospital. El uso de esta tecnología comenzó a expandirse durante la pandemia de Covid-19 debido a que el confinamiento imposibilitó la movilización de millones de pacientes hacia las instalaciones sanitarias necesarias.
A raíz de ello, la telemedicina ha transformado el acceso a los servicios de salud, ofreciendo soluciones especialmente valiosas para áreas rurales y para individuos que enfrentan dificultades para desplazarse. El profesor de Enfermería de la Universidad Europea de Madrid Pedro Soriano ha subrayado que "la telemedicina ha eliminado la necesidad de viajes para diagnósticos y resultados de pruebas, facilitando el acceso a la atención médica en la 'España vaciada'", donde la densidad de servicios sanitarios es limitada.
Este modelo médico no solo reduce los costes asociados con el transporte, al permitir que los pacientes reciban atención desde sus hogares, sino que también optimiza la eficiencia operativa. "El monitoreo remoto permite la detección temprana de complicaciones, reduciendo hospitalizaciones y readmisiones", ha señalado Soriano. Además, la flexibilidad en la programación de citas mejora la gestión del tiempo tanto para pacientes como para profesionales, al ofrecer consultas más accesibles y mejor organizadas.
Sin embargo, Soriano ha advertido de que la telemedicina presenta ciertas limitaciones y no es adecuada para todas las situaciones. "No es la mejor opción para urgencias sanitarias ni para casos que requieren exámenes físicos detallados", ha señalado. También ha destacado que pueden surgir problemas técnicos, como la falta de conectividad adecuada y la incompatibilidad de software, que pueden influir directamente en la calidad de la atención. "La ausencia de contacto físico y la limitación en la comunicación no verbal representan desafíos importantes en la telemedicina", ha añadido.
De cara al futuro, Soriano ha anticipado que la telemedicina seguirá evolucionando y expandiéndose, impulsada por avances en inteligencia artificial y mejoras en las plataformas digitales. Según ha concluido, la integración de tecnologías avanzadas y la formación en competencias digitales asegurarán que la telemedicina no solo continúe mejorando la accesibilidad a la atención sanitaria, sino que también eleve la calidad de los cuidados ofrecidos.