MÁLAGA 31 May. (EUROPA PRESS) -
La escoliosis idiopática, la curvatura de espalda de origen desconocido que se estima puede afectar a entre 70.000 y 105.000 adolescentes españoles de 10 y 18 años (2-3% de la población de esa edad), ha sido el objeto de varias comunicaciones estos días en Málaga, en las que han puesto su foco en el tratamiento con corsé ortopédico previo a la cirugía.
Esta dolencia se ha abordado en la capital de la Costa del Sol en el marco del 38 Congreso Nacional de la Sociedad Española de la Columna Vertebral (GEER), que ha contado con una mesa redonda en la que se han debatido los resultados de diferentes investigaciones centradas en las patologías que afectan a niños, las cuales constituyen uno de los ejes temáticos de este encuentro científico.
En concreto, el propósito de la mesa redonda ha sido comparar los resultados de llevar el corsé solo de noche (night time, NT) y de día completo (full time, FT).
El primero de estos estudios, realizado sobre una muestra de 78 pacientes, demuestra una adherencia mayor al tratamiento del corsé de noche, probablemente, sostienen los autores, "por los factores psicosociales asociados". Así, a los 12 meses, el estudio constata que el corsé NT se usó una media de 7.18 horas y el FT una media de 10,28 horas- Considerando ocho horas, las horas necesarias de cumplimiento para el éxito del corsé NT y 18 horas para FT (evitando que la escoliosis progrese y sea necesaria una cirugía) un 59% de los pacientes cumplió el tratamiento de NT y sólo un 16.7% el de FT.
El 92,9% de los que cumplieron las horas de corsé pudieron esquivar el quirófano, frente al 85,4% de los que no cumplieron el total de horas estipuladas.
Los resultados de esta investigación tienen el interés por un lado de verificar que el éxito del corsé para evitar la cirugía está asociado a la correcta cumplimentación de las horas requeridas (ocho horas para el NT y 18 horas para FT) y constatar que la adherencia es mayor entre los pacientes que usan el corsé NT.
Los mismos autores han presentado una segunda comunicación que indaga en el impacto de usar un tipo de corsé u otro sobre la calidad de vida percibida por los propios adolescentes. A los doce meses de tratamiento, ambos corsés no muestran diferencias estadísticamente significativas.
Valorando la evolución de los resultados de las encuestas durante los 12 meses de uso del corsé, la tendencia es una mejora de la percepción en ambos tipos conforme pasa el tiempo de uso.
Así, a los seis meses, se observó en ambos grupos respecto mejores resultados en la satisfacción de los pacientes y mayor cumplimiento de horas de corsé que al inicio del uso.
Comparando ambos grupos, los pacientes con corsé de noche obtuvieron mejores resultados con respecto al dolor y en la puntuación total. En todos los pacientes que finalmente requirieron cirugía, los resultados bajan en puntuación total y autoimagen.
Destacan que las conclusiones de esta investigación son relevantes porque el impacto emocional de la enfermedad es una de las variables que deben ser consideradas en el manejo de la escoliosis idiopática. El diagnóstico de una deformidad física durante el período de crecimiento y construcción de la identidad puede afectar a la autoestima y la salud mental, que puede llegar a requerir incluso de la atención psicológica especializada.
Finalmente, un tercer estudio también de los mismos autores ha estudiado los factores que predicen una mayor probabilidad de que la escoliosis progrese y requiera una cirugía en el futuro, encontrando que los pacientes que presentaron un mayor ángulo de Cobb inicial (ángulo que cuantifica la magnitud de la curvatura anormal de la columna), mayor Cobb en la radiografía con corsé o menor corrección del ángulo con el corsé, eran los de mayor riesgo de progresión y peor pronóstico.
DETECCIÓN PRECOZ
La detección de la escoliosis se hace generalmente por el test de Adams. En ella, el niño se inclina hacia delante con los pies juntos y las rodillas extendidas, mientras descuelga los brazos. El diagnóstico definitivo no se puede hacer sin medir el ángulo en una radiografía de pie.
La detección precoz y el inicio del tratamiento son fundamentales para evitar la progresión de la enfermedad y la necesidad de cirugía. Sin embargo, no hay evidencia científica sobre la necesidad de cribado entre adolescentes.