MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Expertos reunidos en la Reunión Anual SEISIDA 2021 han resaltado que el tratamiento de acción prolongada supone "un salto cualitativo y uno de los mayores avances recientes" en el tratamiento antirretroviral para las personas con VIH.
Se trata de administrar la terapia no en forma de pastilla diaria, como se hace actualmente, sino de inyección mensual o bimensual. "No solo ha demostrado una eficacia y seguridad equivalente al tratamiento oral, sino que además su administración bimensual por vía intramuscular permite evitar la toma diaria de medicación", afirma José Antonio Pérez Molina, del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.
Para el experto, esta nueva estrategia presenta ventajas claras, como evitar la "fobia a las pastillas, el recuerdo diario de la situación detener VIH, la posibilidad de desplazarse a países con legislación restrictiva para las personas con VIH y la estigmatización asociada al VIH, así como algunos problemas de interacciones o intolerancia digestiva".
Sin embargo, matiza que no es una estrategia "libre de retos", como la necesidad de una "adherencia rigurosa, la adaptación del sistema sanitario a una nueva vía de administración o el uso de fármacos con vida media muy larga, con las implicaciones que esto tiene en las interacciones farmacológicas o los abandonos del tratamiento".
Asimismo, no todos los pacientes son candidatos para recibir este tratamiento. Se debe tener en cuenta, entre otros, una serie de requisitos: haber alcanzado la indetectabilidad mantenida en el tiempo, comprobar la tolerancia vía oral al tratamiento antes de inyectarse, no haber tenido fracasos terapéuticos con fármacos de la familia de los inyectables, etc.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha autorizado ya la comercialización de dichos fármacos, pero se desconoce cuándo estarán disponibles y actualmente solo los están recibiendo los pacientes incluidos en ensayos clínicos.