MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Expertos han alerto sobre el sobrediagnóstico psiquiátrico en la infancia y la adolescencia, ya que han asegurado que cada vez hay más casos de diagnósticos de TDAH, trastorno oposicionista-desafiante u otros trastornos cuando "en la mayoría de casos, no es una enfermedad mental, sino un malestar o una dificultad que tiene que ver con factores sociales o ambientales".
Así, lo han expresado los expertos durante la VI Jornada del Área Infantojuvenil del Hospital Sagrat Cor de Hermanas Hospitalarias. "Cada vez afloran más categorías diagnósticas que clasifican la diferencia y el malestar, de forma que el concepto de salud se hace cada vez más estrecho y limitado, y se tildan de patológicos problemas que antes no se consideraban médicos", ha declarado Roger Ballescà, psicólogo del Hospital Sagrat Cor de Hermanas Hospitalarias.
El especialista ha continuado argumentado que son "la rabia, el aburrimiento, la timidez o el luto, entre muchos otros, contrariedades normales en la infancia y la adolescencia que no tienen que tener necesariamente una explicación patológica".
Durante la VI Jornada del Área Infantojuvenil del Hospital Sagrat Cor, Agustí Bonifacio, trabajador social del Hospital Sant Joan de Déu, ha explicado que los recursos de atención a la salud mental infantojuvenil se encuentran con un importante número de demandas
urgentes que están relacionadas con factores ambientales o que, incluso, podrían considerarse "exclusivamente sociales".
"Sería importante, dentro de lo posible, discriminar qué situaciones sí que requerirían de un ingreso o abordaje de salud mental a un dispositivo de tercer nivel y cuáles, en realidad, pedirían una actuación de tipo social exclusiva o previa", ha señalado.
En este sentido, los expertos reunidos en la Jornada han remarcado la responsabilidad de los profesionales del ámbito de la salud mental a la hora de hacer interpretaciones excesivamente laxas en el diagnóstico de los trastornos de conducta, así como la necesidad de que primero se intente intervenir en el entorno del niño, analizando su ámbito relacional.
"Si nos centramos únicamente en el niño o el joven, olvidamos gran parte del problema, que suele estar relacionado con factores externos, y convertimos el niño en patológico, con las consecuencias que esto comporta", ha asegurado Roger Ballescà.
Por eso, durante la Jornada se ha reflexionado sobre las repercusiones que la psicopatologización tiene en la infancia y la adolescencia en términos de etiquetado y de "profecía que tiende a su cumplimiento".
"Si diagnosticamos un trastorno de déficit de atención sin analizar los factores externos que pueden estar causando el problema, estamos quitando al niño y su entorno la responsabilidad de solucionarlo y, con toda probabilidad, éste acabe desarrollando finalmente alguna problemática", ha concluido el psicólogo del Hospital Sagrat Cor.