Expertos afirman que la neurorrehabilitación aporta seguridad en el entorno escolar de niños con retrasos del desarrollo

Neurodesarrollo pediátrico
Neurodesarrollo pediátrico - VITHAS
Publicado: miércoles, 15 noviembre 2023 13:09

VALNCIA 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

Expertos en rehabilitación neurológica de Vithas Valencia Consuelo han destacado la "necesidad" de proporcionar herramientas terapéuticas a los niños con retrasos en su desarrollo "para ayudarles a afrontar de manera efectiva las dificultades académicas, emocionales y sociales a las que se enfrentan en su vida cotidiana", según han indicado en un comunicado.

Brindar estos recursos terapéuticos "es como llenar de seguridad las mochilas de vida" de estos niños y adolescentes, tal y como ha explicado la doctora Carolina Colomer, directora clínica de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica del Hospital Vithas Valencia Consuelo.

El neurodesarrollo abarca el proceso de crecimiento y desarrollo del sistema nervioso, que incluye el cerebro y la médula espinal. Es un concepto crucial, ya que sienta las bases para todas las habilidades cognitivas y motoras que un individuo desarrollará a lo largo de su vida. Reconocer las señales de alerta de un retraso del desarrollo es "fundamental", y más en el caso de los niños, "ya que permite tomar medidas tempranas ante las posibles dificultades con las que se encuentren, lo que les ayudará a mejorar significativamente su pronóstico", ha subrayado la especialista.

Según ha indicado la doctora Colomer, las diversas categorías en las que se pueden clasificar estas señales de alerta son en el ámbito de los aspectos motores, observar retrasos en la adquisición de hitos como el control de la cabeza, el gateo, la marcha o dificultades en la coordinación motora fina, así como la habilidad para agarrar objetos.

También podría ser significativa una debilidad muscular, rigidez o movimientos atípicos. Respecto a las señales de alerta cognitivas, se debe prestar una "especial atención" cuando exista una escasa interacción con el entorno en etapas tempranas, como la falta de sonrisas, miradas dirigidas, balbuceos, risas o llanto en respuesta a estímulos del entorno. En etapas superiores de la infancia las dificultades más frecuentes se manifiestan en el aprendizaje, problemas en la memoria, la atención y la concentración y en el desarrollo del lenguaje y la comunicación, como retrasos en la adquisición del habla o la comprensión del lenguaje, entre otros aspectos.

En relación con las señales de alerta conductuales, la doctora Colomer ha subrayado que "se manifiestan a través de cambios en el comportamiento, como agresión, impulsividad, hiperactividad y, también, dificultades en la regulación emocional, que pueden incluir cambios de humor inusuales o extremos". Respecto a los desafíos socioafectivos, la experta ha señalado que son los relacionados con problemas en el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales, por lo que los obstáculos más frecuentes se centran en el establecimiento de relaciones con compañeros, falta de empatía o comprensión de las emociones de los demás, así como comportamientos sociales inapropiados.