MADRID 13 May. (EUROPA PRESS) -
El médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo en la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) del Hospital de Galdakao, Iago Rodríguez-Lagoha, ha liderado varios estudios que demuestran que la combinación de aféresis selectiva de granulocitos y monocitos (GMA) junto con otros tratamientos, como los fármacos biológicos o moléculas pequeñas, es una opción segura y efectiva para pacientes con colitis ulcerosa (CU) que no responden bien a algunos tratamientos. Además, esta combinación puede reducir la necesidad de aumentar las dosis de medicamentos existentes en aquellos pacientes que responden solo parcialmente, lo que ayuda a prevenir efectos adversos, en algunos casos graves.
"Hasta hace muy poco tiempo, la indicación principal de la GMA era la colitis ulcerosa corticodependiente (pacientes que requieren corticoides de forma prolongada para controlar los síntomas). Pero, a medida que ha habido más terapias disponibles, hemos tenido experiencias de práctica clínica en las que veíamos que se podría utilizar como una terapia combinada. Así, hemos comprobado que este tratamiento con GMA añade valor en términos de reducir la carga inflamatoria y reducir el uso de corticoides. Pero, además, podemos controlar la enfermedad evitando que estos pacientes cambien la terapia de manera que siguen disponiendo de opciones en caso de que en el futuro necesiten utilizarlas. Es una estrategia muy atractiva. No hay que olvidar que esta es una enfermedad crónica de la que no disponemos aún un tratamiento curativo", ha señalado el especialista.
El tratamiento de la colitis ulcerosa ha evolucionado significativamente en los últimos años, ofreciendo esperanza a quienes se enfrentan a esta enfermedad inflamatoria intestinal. Hace 20 años, las opciones terapéuticas eran muy limitadas y a menudo implicaban medicamentos como los corticosteroides. Esto implicaba que las tasas de cirugía fuesen también mayores. Sin embargo, con los avances en la ciencia médica, han surgido nuevas terapias y enfoques de tratamiento que han revolucionado el panorama de la colitis ulcerosa y mejorado la calidad de vida de los pacientes.
Aunque estos avances son prometedores, aún existen varios desafíos. Uno de estos retos es conocer bien qué pacientes responden mejor o peor a cada terapia o tener marcadores objetivos de respuesta al tratamiento. Y es que, existe un porcentaje de pacientes en los que no hay respuesta al tratamiento o es una respuesta parcial pero no completa (falta de respuesta primaria). También hay casos en los que se experimenta existe una recidiva de la actividad de la enfermedad tras un periodo de remisión con un determinado tratamiento. Y hay pacientes que presentan contraindicación o intolerancia a los mismos.
"Aunque los fármacos biológicos han demostrado ser eficaces en el control de los síntomas y la inducción de la remisión en muchos pacientes con colitis ulcerosa, algunos pueden experimentar una disminución en la respuesta terapéutica con el tiempo. Es un fenómeno relativamente común, pero lo que nos preocupa es que afecta a la calidad de vida del paciente, por lo que debemos buscar soluciones", ha explicado Rodríguez-Lago.
INVESTIGACIONES RECIENTES
Dos de los estudios más recientes publicados al respecto concluyen que la combinación de GMA tras la falta de respuesta primaria o pérdida de respuesta se posiciona como una opción terapéutica eficaz en diferentes escenarios clínicos para inducir y mantener la remisión en pacientes con CU que tienen alternativas limitadas, con excelente perfil de seguridad (a pesar de combinar tratamientos, permite reducir riesgos asociados al no tener que escalar o pasar a terapias con un perfil de seguridad más desfavorable) y gran flexibilidad (la GMA es adaptable a las características de cualquier paciente y situación). Además, permite la posibilidad de individualizar el tratamiento en cuanto a frecuencia y duración de la técnica a lo largo del seguimiento.
El primer estudio se titula titulado 'Combination of granulocyte-monocyte apheresis and ustekinumab: multicentre and retrospective study'. La segunda investigación es 'Combination of granulocyte-monocyte apheresis and tofacitinib: Multicentre and retrospective study'. Ambas se presentaron en el Congreso de la ECCO de este año (febrero 2024 en Estocolmo) y se han publicado en la revista 'Gastroenterología y Hepatología'.
"Es muy interesante ver que, de esta serie, ninguno de los pacientes necesitó una colectomía a pesar del brote de la enfermedad. Además, prácticamente, todos los pacientes que estaban con corticoides basalmente pudieron suspender los corticoides. A mí me parece, al menos, llamativo con respecto al resto de dianas y al resto de resultados que teníamos", ha reconocido Rodríguez-Lago.
"Aún tenemos que aprender incluso más de los mecanismos de acción de forma global de esta terapia, pero estos resultados nos aportan ideas sobre dónde aplicar la aféresis selectiva de granulocitos y monocitos en el tratamiento de los pacientes más refractarios", ha puntualizado.
Además de su eficacia, perfil de seguridad, flexibilidad y posibilidad de individualizar el tratamiento, la GMA es el único tratamiento dirigido específicamente a la inmunidad innata.
"El sistema inmune innato tiene un papel importante en los pacientes que tienen una peor respuesta a fármacos biológicos o pequeñas moléculas como tofacitinib. Este dato arroja luz sobre una cuestión de la que, hasta ahora, no teníamos mucha información. Revela que tenemos que poner el foco en esa inmunidad innata. Pero, además, si queremos usar esta inmunidad innata como una diana de tratamiento, la GMA es la estrategia ideal porque es la única dirigida frente a esa parte de la inmunidad", ha subraya Rodríguez-Lago.