MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El CEO de SharpBrains y neuroconsultor Álvaro Fernández Ibáñez ha alertado de que las aplicaciones de 'brain training' --o de entrenamiento del cerebro-- que podemos descargarnos en el móvil o en las tabletas "no son píldoras mágicas a la hora de prevenir enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo", como por ejemplo las patologías como el Alzheimer.
"Hay miles de aplicaciones diferentes para entrenar el cerebro, y una cosa importante es que éstas pueden ser útiles o no. Las empresas de aplicaciones intentan llegar a todos, pero la Ciencia es más detallista y ve que son necesarias en cada uno de nosotros intervenciones específicas para llegar a objetivos específicos. Es decir, que una persona querrá entrenar su memoria, pero otra su capacidad de atención. Por eso, las aplicaciones móviles para entrenar el cerebro no son píldoras mágicas que ayudan a todo el mundo, sino unas herramientas que debemos ver en qué campo pueden sernos útiles", afirma este experto en neurociencia aplicada en una entrevista con Europa Press.
A su juicio, el problema ahora es que hay tal explosión de aplicaciones, y que hacen las cosas tan diferentes, que las personas no saben cómo usarlas correctamente. Lo bueno, tal y como reconoce, es que las aplicaciones no tienen efectos nocivos sobre nuestra salud, sino que sólo, como mucho, se puede perder tiempo con ellas.
Aconseja, en general, para las personas de menos de 50 años, y sobre todo en las personas de entornos laborales estresantes, las aplicaciones de meditación, o de terapia cognitivo conductual, "dos metodologías super útiles a nivel de manejo del estrés"; y por otro lado, aquellas centradas en mejorar las capacidades cognitivas.
CÓMO REFORZAR LAS CONEXIONES NEURONALES EN EL DÍA A DÍA
Insiste Fernández Ibáñez en que "el cerebro tiene muchas neuronas" y sus conexiones se fortalecen o conectan en función del uso que les demos. "Si hacemos cosas que fortalecen estas conexiones neuronales ayudaremos a retrasar problemas de salud mental, tales como la depresión y la ansiedad, o por ejemplo el Alzheimer", concreta.
Así, y como parte de lo que podemos hacer en nuestro día a día a la hora de reforzar estas conexiones neuronales, este bilbaíno habla también del ejercicio físico, de una buena alimentación, de la práctica de la meditación o del mindfulness para afrontar el estrés y nuestra regulación emocional, pero también señala al entrenamiento cognitivo, que es donde actúan las aplicaciones del móvil citadas.
A su vez, el CEO de SharpBrains remarca que en el ejercicio cognitivo hay que hacer cosas que impliquen "tres ingredientes activos": algo que sea nuevo, que implique un nivel de variedad, y también de desafío. "Por ejemplo, los 100 primeros crucigramas o sudokus que hace una persona reúnen estos requisitos, pero más no porque es automatismo y rutina, ya no le beneficiarán cuando llegue a ese nivel", advierte.
"El cerebro es parte del cuerpo y todos ya hoy sabemos que si lo descuidamos y no lo ejercitamos empeorará su rendimiento con el tiempo, dando lugar a problemas clínicos y médicos. Hace 100 años no sabíamos que era tan plástico y flexible, y que reacciona más de lo que pensamos a nuestra experiencia y a lo que hacemos en el día a día. Por eso, ahora que vivimos tanto es tan importante prestar atención al cerebro y a la mente como prestamos al resto del cuerpo", subraya este neuroconsultor.
CÓMO SABER QUE UNA APLICACIÓN NOS SIRVE
Con ello, y "tras un análisis exhaustivo de la ciencia experimental y de ensayos clínicos controlados", Álvaro Fernández Ibáñez destaca que hay varias condiciones, para que una aplicación de entrenamiento cerebral resulte en la mejora de la vida real de una persona:
1.Tiene que entrenar una capacidad concreta y que sea relevante para la vida de la persona.
2. La persona debe, al menos, realizar un total de 15 horas de entrenamiento en 3 meses para obtener beneficios, es decir, una hora a la semana. "Si sólo usas una aplicación 5 minutos no ayuda. Igual que si vas 5 minutos al gimnasio", advierte.
3. La gran ventaja de las aplicaciones es que se adaptan al ritmo de dificultad de una persona y lo pueden incrementar. "Es un entrenamiento eficiente y complementario", asevera
4. Si no se prosiguen con los entrenamientos cerebrales más allá de los tres meses, al tiempo, empezará a reducirse el beneficio obtenido. "Igual que si vamos al gimnasio 3 meses. A los 6 meses, si ya no hemos vuelto, la mejora se reduce", apostilla.