MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
España es uno de los países de referencia internacional en la consecución de este objetivo, sin embargo, es necesario retomar los proyectos de microeliminación para el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C y simplificar el abordaje del paciente buscando soluciones 'fuera del hospital', según muestran las principales conclusiones extraídas del simposio 'Inspirados por la eliminación de las hepatitis virales" organizado por Gilead Sciences en el marco del 6º Congreso Nacional del Grupo de Estudio de las Hepatitis Víricas (GEHEP).
Desde la puesta en marcha hace seis años del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C se han tratado a más 148.000 pacientes con una efectividad terapéutica cercana al 95%, tal y como se ha destacado durante la sesión moderada por el doctor Luis Morano, especialista de la Unidad de patología infecciosa del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
Se calcula, sin embargo, que aún quedan más de 76.000 personas con la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) activa, por lo que es necesario desarrollar estrategias de microeliminación según los diferentes colectivos. Además, se ha alertado del impacto del COVID-19 en las consultas mensuales para el tratamientos de hepatitis C, ya que éstas se han visto reducidas entre un 19% y un 84% en algunos casos.
Por otro lado, para prevenir la transmisión del virus y, por tanto la reinfección en estas poblaciones de mayor prevalencia, Morano incide en que se debe conseguir diagnosticar al 100% de las personas infectadas y tratar a todos los nuevos diagnósticos inmediatamente para evitar la transmisión a otras personas.
En este sentido, es necesario hacer un esfuerzo por desarrollar iniciativas de búsqueda entre la población con mayor prevalencia de la infección que se encuentra fuera del hospital, como los usuarios de drogas, las personas sin hogar, o la población psiquiátrica, entre otros, y continuar con la búsqueda activa de pacientes diagnosticados perdidos en el sistema.
Durante el simposio también se ha puesto de manifiesto que la prescripción de antivirales de acción directa (AAD) debe seguir siendo una prioridad ya que han demostrado una mejora clínica de los pacientes. Además, la eficacia de este tipo de tratamientos reduce el impacto de la infección crónica por hepatitis en el Sistema Nacional de Salud (SNS) al evitar el 82% muertes por causa hepática y lograr una minoración del 89% de las cirrosis descompensadas, del 77% de los carcinomas hepatocelulares y del 84% de los trasplantes hepáticos.
Para mejorar el acceso al cribado y la vinculación del paciente con VHC al tratamiento, las Guías recomiendan el diagnóstico en un solo paso y en el punto de atención, aprovechando las actividades de prevención y cribado de la infección por el VHC, VHB, VIH y otras ITS o tuberculosis.
Según apunta el doctor, "la utilización de pruebas rápidas para determinar la presencia de anticuerpos del VHC en saliva o en sangre seca, así como la carga viral en muestras de sangre seca o mediante dispositivos que permiten realizar la detección de la carga viral allí en donde el paciente acude, como las unidades de conductas adictivas, ONGs, unidades móviles, etc., los denominados "point of care" consiguen simplificar todo el manejo diagnóstico y terapéutico de esta infección".
Igualmente es importante revisar los modelos de atención para evitar múltiples derivaciones; mejorar la coordinación y atención multiprofesional en los centros de atención a personas con drogodependencias u optimizar los sistemas de coordinación de los servicios de salud de las CCAA e Instituciones Penitenciarias, que permitan la continuidad asistencial de los pacientes que estando en situación de prisión provisional son puestos en libertad de forma inmediata, entre otras recomendaciones señaladas.
Se estima que en el mundo hay unos 257 millones de personas infectadas por el virus de la hepatitis B (VHB) y, entre 12 y 70 millones de personas estarían coinfectadas con el virus de la hepatitis Delta (VHD), un virus que solo infecta a las personas con VHB, pudiendo ocurrir de forma simultánea con el VHB o en un paciente que ya era portador crónico del VHB. En este contexto, Morano explica que "el pronostico de los pacientes con infección por el virus de la hepatitis Delta es mucho mas desfavorable en términos de aparición de cirrosis hepática o descompensación de la misma, desarrollo de hepatocarcinoma, necesidad de trasplante hepático o fallecimiento por causa hepática".
En España la tasa de seropositividad del VHD en pacientes con hepatitis B (HBsAg positivo) está en torno al 7,7% y a pesar de esta elevada prevalancia, a un 30% de no se les realiza una prueba serológica.