Experta recuerda que durante el proceso de curación el 60% de los pacientes con cáncer padece dolor

Archivo - Mujer con gotero mirando por la ventana.
Archivo - Mujer con gotero mirando por la ventana. - KATARZYNABIALASIEWICZ/ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 1 febrero 2024 11:16

MADRID 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

La oncóloga de Onelife Center, la doctora Helena Huertas, advierte de que "durante el proceso de curación el 60% de los pacientes con cáncer padece dolor", un aspecto olvidado que afecta en muchos casos a la calidad de vida del paciente.

"La gran mayoría de los pacientes desconocen que durante todo el proceso curativo e, incluso, después, el dolor está presente. (...) En el caso de etapas avanzadas, el porcentaje asciende hasta el 70%. Sin embargo, hasta el 10% de los pacientes supervivientes de cáncer que ya han terminado el tratamiento sufre dolor crónico, lo que afecta considerablemente a su calidad de vida" explica con motivo del Día MUndial contra el Cáncer, el próximo domingo 4 de febrero.

El dolor de cada paciente es diferente y su origen es variable. Puede deberse a que se ha producido una invasión del tejido circundante a la zona tumoral, a una comprensión de los nervios, a una inflamación del lugar en el que se ha producido la extirpación o a los efectos secundarios de los tratamientos aplicados en el proceso curativo.

La experta recuerda que algunos de los dolores más habituales son los causados por las intervenciones quirúrgicas como es el caso del síndrome doloroso postmastectomía. Tras la cirugía del cáncer de mama, especialmente aquella en la que se extrae la mama completa y los ganglios axilares, algunas mujeres experimentan dolor en la zona del pecho, la axila y el brazo que se mantiene a pesar del paso del tiempo y suele ser difícil aliviarlo.

En otras ocasiones el dolor aparece como consecuencia de los tratamientos oncológicos, como por ejemplo el dolor al tragar ocasionado por la presencia de úlceras en la boca por la quimioterapia o la radioterapia, el dolor neuropático debido a la quimioterapia, especialmente en manos y pies, o el dolor osteomuscular causado por algunos medicamentos que se utilizan para el cáncer de mama.

También se puede padecer dolor de huesos como consecuencia de las metástasis que los afectan, o dolor abdominal en caso de que el tumor (o metástasis) se encuentren en el abdomen.

"Hay que tener en cuenta que, al aumentar las tasas de curación del cáncer, también ha aumentado el número de pacientes con dolor asociado. Aunque existen terapias basadas en opioides, pilar del tratamiento farmacológico del dolor causado por el cáncer de moderado a grave, es habitual que no se logren resultados satisfactorios en el alivio del dolor", señala.

DOLOR CRÓNICO TRAS EL TRATAMIENTO

Se estima que entre el 5 y el 10 por ciento de los supervivientes de cáncer padecen un dolor crónico intenso que interfiere significativamente con su calidad de vida. Estudios europeos han confirmado estos datos, demostrando que los diferentes tipos de dolor o síndromes dolorosos en distintas etapas de cáncer no fueron tratados adecuadamente en un porcentaje significativo de pacientes, que oscilaba entre el 56 y el 82 por ciento.

Además, añade la doctora, "es particularmente relevante detectar y tratar el dolor en los pacientes curados del cáncer, ya que estas personas pueden sentirse desatendidas al haber finalizado su tratamiento y no disponer de un equipo de referencia para el seguimiento de los síntomas que permanecen o aparecen con posterioridad".

En este escenario, la falta de control sobre el dolor obstaculiza el proceso de recuperación, intensifica el sufrimiento y limita la capacidad de los pacientes para disfrutar plenamente de su curaciónn" afirma la oncóloga de Onelife Center.

ABORDAJE 360 DEL DOLOR ONCOLÓGICO

Un paciente con cáncer o que ha superado un cáncer requiere de unas necesidades específicas e individualizadas para que su calidad de vida mejore tanto física como emocionalmente. Un abordaje multidisciplinar y coordinado consigue que el paciente mejore considerablemente en ambos ámbitos vitales.

Así destaca el trabajo de la Unidad de Oncología, donde se establece la consulta de refuerzo oncológico, en la que el paciente puede complementar la información dada por su oncólogo y profundizar en aquellos temas que requiera el paciente, así como solucionar sus dudas (todo en consenso y coordinación del oncólogo tratante), incluso en horario de tarde-noche mediante atención telefónica.

Por otro lado, es recomendable la Unidad de Ejercicio y Fisioterapia. Es una parte fundamental tanto durante el proceso curativo, como cuando se ha superado el cáncer. Dirigido por un equipo de especialistas en Actividad Física y Fisioterapia enfocada al cáncer, pautan una serie de tablas de actividad que hacen que el paciente mejore los síntomas derivados de su enfermedad, así como les hace sentirse parte activa en su recuperación y mejora.

"El ejercicio es muy importante también en la mejora de la calidad de vida del paciente, la fatiga, el estado anímico e, incluso, el pronóstico de la enfermedad", señalan desde el centro.

Finalmente, las unidades de Nutrición y Psicología. Por un lado, las necesidades nutricionales de un paciente oncológico son diferentes de las de una persona sana, incluso difieren de la etapa en la que el paciente se encuentre; y, por otro, el miedo y la incertidumbre tras el diagnóstico como durante el tratamiento del cáncer, hacen que el paciente con dolor oncológico empeore, una intervención realizada por un psicooncólogo consigue disminuir tanto estas sensaciones como el propio dolor.

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