MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La infección crónica por el virus de la hepatitis C es la principal causa de mortalidad por enfermedad infecciosa en España, ante esta situación, Carmen Álvarez Navascués, doctora del Hospital Universitario Central de Asturias en Oviedo, afirma que es necesario implantar el cribado de la población adulta española para conseguir el objetivo de la eliminación de la enfermedad.
"Gracias al Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, desde 2015 en España se han tratado en torno a 100.000 pacientes. Ha llegado el momento de recomendar el cribado de la población adulta española. Ello permitiría la identificación y tratamiento de los casos desconocidos y sería un paso importante para alcanzar el objetivo de eliminar la hepatitis C como problema de salud pública en España en el año 2021", señala.
En el mismo sentido, el doctor Ignacio Aguilar, del Centro de Salud El Ejido Norte de Almería, ha abordado en su ponencia la importancia de evitar nuevos contagios o reinfecciones. Además, ha explicado cómo realizar una prevención primaria eficaz mediante la difusión de información a pacientes y profesionales sanitarios en relación a las vías de contagio y los métodos diagnósticos.
"Se debe realizar un cribado universal por grupo de edad (de 20 a 79 años) o micro cribado por grupos de riesgo, incidiendo en usuarios de drogas por vía parenteral o esnifada, pacientes que recibieron transfusiones antes de 1992, HSH (hombres que tuvieron sexo con hombres) con prácticas de riesgo, población reclusa o inmigración de países con elevadas tasas de prevalencia", señala.
Asimismo, añade que "es necesario intentar realizar el diagnóstico en un solo paso, mediante la realización de la determinación de la viremia en aquellos pacientes con serologías al VHC positivas, sin determinaciones previas", ha explicado el doctor Aguilar.
Esta es una de las principales conclusiones extraídas del simposium Puesta al día en Hepatitis C organizado por Gilead Sciences en el XXV Congreso de la SEMG en Valencia, donde también se ha destacado la necesidad de una participación activa de los profesionales de Atención Primaria para detectar a los 65.000 pacientes de hepatitis C que se estima que aún no están diagnosticados en nuestro país.
La infección por el virus de la hepatitis C afecta aproximadamente a 200.000 personas en España y evoluciona hacia la cronicidad en el 60-80 por ciento de los pacientes infectados. En la actualidad, gracias a los tratamientos con agentes antivirales de acción directa (AADs) se consigue una tasa de curación de más del 95%.
Por otro lado, durante el encuentro han destacado que para mejorar los niveles de detección, los médicos de Atención Primaria deben realizar una derivación precoz al nivel hospitalario, adecuando los circuitos con intención de disminuir los tiempos de espera y las pérdidas de pacientes. Además, es importante que participen en su seguimiento clínico junto a las unidades de hepatología y estar atentos a los pacientes con prácticas de riesgo para evitar reinfecciones.
Mientras no se conozca a los pacientes virémicos, no se controlará la epidemia de infección por el virus de la hepatitis C. La mayoría de estos pacientes permanecen asintomáticos, incluso en la fase de cirrosis. La coinfección con otras enfermedades (como la diabetes mellitus tipo II) y el aumento de las transaminasas (el 70% de los pacientes tiene transaminasas elevadas) es una de las claves para su conocimiento. Además, la depresión, ansiedad y fatiga son comorbilidades comunes en la personas con esta infección.
La mayor prevalencia e incidencia de casos de la infección por el virus de la hepatitis C se observa en las personas que se inyectan drogas, seguidas de los internos en instituciones penitenciarias y los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, especialmente si las parejas presentan coinfección por el VIH.
El encuentro ha estado coordinada por el doctor Fernando Pérez Escanilla, del Centro de Salud San Juan de Salamanca, ha contado con las ponencias del doctor Ignacio Aguilar Martín, del Centro de Salud El Ejido Norte de Almería; y la doctora Carmen Álvarez Navascués, del Hospital Universitario Central de Asturias en Oviedo.