MADRID 19 May. (EUROPA PRESS) -
Los pediatras proporcionan a los recién nacidos, lactantes, niños, niñas y adolescentes una atención de mayor calidad que otros profesionales sanitarios, como los médicos de familia, en Atención Primaria, según ha puesto de manifiesto una revisión sistemática de más de 1.150 artículos científicos publicados entre 2008 y 2018, que la revista europea 'Acta Pediátrica' ha aceptado y publicará en las próximas semanas.
"Han sido dos décadas en las que nuestro objetivo principal es el mismo que mantenemos hoy: reivindicar el derecho de los niños y niñas a recibir la mejor atención sanitaria, algo que sólo es posible si se valora la figura del pediatra de Atención Primaria", señala la presidenta de AEPap, Concepción Sánchez Pina.
Con este objetivo, la AEPap, consciente de la necesidad de documentar de forma científica el trabajo de los pediatras de Atención Primaria (AP), encargó al Grupo de Pediatría basada en la evidencia la revisión que va a publicarse próximamente. La revisión ha estado liderada por la pediatra de Atención Primaria de Madrid, María Aparicio.
"El patrón de prescripción farmacológica es más adecuado a la enfermedad, sus pacientes tienen unas mejores coberturas vacunales y los pediatras, un mejor conocimiento y aplicación de las diferentes actividades de detección precoz de enfermedades. Muchas de estas actuaciones no sólo suponen un menor trastorno para el paciente, sino también un importante ahorro económico y de recursos sanitarios", ha argumentado Aparicio.
En concreto, las conclusiones de la nueva revisión han señalado que los pediatras prescriben menos antibióticos a los menores y, cuando lo hacen, estos se adecuan más a la patología y a las guías de práctica clínica. Además, los pediatras tienen un mayor porcentaje de pacientes vacunados, más conocimiento sobre vacunas y menos dudas sobre su seguridad.
En cuanto al uso de otros tipos de fármacos, como los medicamentos psiquiátricos, emplean los "más adecuados" a la edad del paciente y a las fichas técnicas. Además, conocen y aplican mejor las pruebas de 'screening' disponibles para niños, como las pruebas metabólicas, tests de desarrollo neurológico o protocolos de ictericia en el recién nacido.
Asimismo, la revisión de artículos ha demostrado que la evaluación y el tratamiento de la obesidad e hipercolesterolemia que realizan los pediatras son más adecuados a las guías disponibles. Estos profesionales hacen menos pruebas diagnósticas, pero "más adecuadas" a la patología del paciente y realizan menos derivaciones de pacientes a los especialistas, porque solventan muchos de los problemas en el centro de salud.
El pediatra de AP, aliado frente a la pandemia Estas conclusiones llegan en un momento crucial para los pediatras de AP. "Por un lado, el número de pediatras en los centros de salud disminuye sin recibir una respuesta clara por parte de las autoridades sanitarias", ha explicado Sánchez Pina.
Por otro lado, prosigue, en plena pandemia de COVID-19, los pediatras de AP han seguido a decenas de miles de menores con sospecha de infección por el virus en los últimos meses, a pesar de no disponer de recursos diagnósticos específicos ni de la protección necesaria. "Ahora, nuestra labor será aún más relevante para contener los contagios a través de la detección precoz", ha zanjado.