Especialistas señalan que la migraña es una enfermedad "infradiagnosticada" que puede aparecer a cualquier edad

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Publicado: viernes, 8 noviembre 2024 15:39

MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) - El coordinador del grupo de cefaleas de la Sociedad Española de Neurología y neurólogo en la Clínica Universitaria de Navarra, Pablo Irimia, ha tratado la cuestión de la migraña en niños y adolescentes en el marco del Seminario Lundbeck respecto a la aparición de esta enfermedad en las diferentes etapas de la vida.

"La migraña es una enfermedad infradiagnosticada y que, en la mayoría de pacientes, no se trata de forma adecuada. Este problema, que existe en la población general, es todavía más importante en niños y adolescentes, con cifras más elevadas de infradiagnóstico y con una prescripción muy baja de tratamiento sintomático específico de migraña, y aún menor de fármacos preventivos para reducir la frecuencia y la intensidad de crisis de migraña", ha explicado Irimia.

Cabe destacar que la migraña tiene una prevalencia de entre un 1 y un 3 por ciento entre los niños de tres y cinco años, un porcentaje que abarca desde el 8 al 23 por ciento en los adolescentes, y es la primera causa neurológica de discapacidad entre las personas de entre 5 y 19 años, lo que se puede traducir en ausencias escolares y la disminución del rendimiento escolar o de su calidad de vida.

"La relevancia de la migraña en la población infantil y adolescente se basa en su elevada frecuencia en esa población y en que representa una de las principales causas de discapacidad en ese grupo de edad", ha afirmado, según un comunicado del Seminario Lundbeck.

Irimia también ha asegurado que los pacientes y sus familias a menudo pueden sentirse incomprendidos, pues el diagnóstico se suele retrasar y "con frecuencia" se cuestiona si el niño o el adolescente realmente presenta dolor, lo que les lleva a tener sentimientos de culpa y frustración.

Las crisis de migraña en menores suele ser inferior a dos horas, a diferencia de los adultos, y se presentan a través de un dolor "bilateral y opresivo", aunque también pueden ir acompañadas de náuseas, vómitos intensos, palidez, dolor abdominal o mareos, si bien la fonofobia es poco frecuente.

Además, Irimia ha afirmado que el diagnóstico de migraña en niños y adolescentes debe producirse "cuanto antes" para establecer un tratamiento adecuado, todo ello en un momento en el que los retos son "el retraso diagnóstico y el infratratamiento".

LA MIGRAÑA EN ADULTOS

La migraña afecta a cinco millones de personas en España, de las que un 80 por ciento son mujeres de entre 20 y 40 años, una cifra que puede ser mayor debido al infradiagnóstico de una enfermedad cuyas crisis tienen una duración media de 32,1 horas en hombres y de entre 36,7 y 44,4 horas en mujeres, dependiendo del periodo de menstruación, donde sienten migraña en torno al 18 y 25 por ciento de las mujeres.

"En la mujer, las características de la migraña pueden modificarse, no solo durante la menstruación, sino también en el embarazo, menopausia, con el uso de fármacos anticonceptivos o de terapia hormonal de sustitución. Todo ello parece relacionado con la fluctuación y caída de los niveles de estrógenos", ha declarado la neuróloga del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, la doctora Sonia Santos.

En ese sentido, ha explicado que las mujeres presentan ataques de migraña "más prolongados y de mayor intensidad" durante la menstruación, si bien acaban experimentando una "gran mejoría" durante la gestación, sobre todo a partir del segundo y tercer trimestre, y tras el parto vuelven a experimentar un deterioro.

"Por último, hay muchas mujeres cuya migraña mejora conforme se acercan a la menopausia, aunque no siempre es así", ha añadido Santos, quien ha detallado que los principales desencadenantes son el estrés el ayuno, los cambios atmosféricos, los factores relacionados con el sueño y los cambios hormonales.

Además, ha señalado la importancia de educar a los pacientes para identificar los "síntomas premonitorios" de la migraña, como alteraciones del sueño o del apetito, y que pueden aparecer 48 antes del inicio del dolor.

Por otro lado, ha recordado que "un tercio de los pacientes no responde al tratamiento sintomático (del dolor) y no todos lo hacen al tratamiento preventivo", incluso a pesar de los "recientes avances" en este tipo de tratamientos, que no son de fácil acceso que son recibidos por menos del 3,5 por ciento de los pacientes candidatos.

APARICIÓN EN PERSONAS MAYORES

El jefa de la Unidad de Cefalea del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, el doctora Rogelio Leira, ha expresado que, si bien la migraña puede tener su inicio más allá de los 65 años, es algo menos frecuente.

"La migraña en adultos mayores presenta algunas características diferenciales con respecto a la de adultos jóvenes. Por un lado, las cefaleas pueden ser más bilaterales, de comienzo más brusco y agudo, aparecer más frecuentemente por las noches o al despertar y, además, pueden presentar fenómenos de aura que pueden asociarse o no a la cefalea", ha manifestado.

Todas estas peculiaridades, unidas a la menor frecuencia de la enfermedad en este grupo de edad y la complejidad de su diagnóstico, hace necesario que se deba a estudiar a estos pacientes "con mucho interés", sobre todo para descartar la "potencialmente grave" cefalea secundaria.

"Las comorbilidades, entendidas como enfermedades más prevalentes en pacientes con migraña (depresión, fibromialgia, hipertensión arterial, etc.), ocasionalmente, pueden provocar fenómenos de confusión en el cuadro clínico en esta población mayor. De igual forma, este grupo de pacientes puede estar polimedicado", ha añadido.

Leira también ha destacado que "el principal reto para el correcto abordaje de las personas mayores se fundamenta en tres pilares. El primero, considerar que la mayoría de estos pacientes suelen padecer migraña crónica y, con frecuencia, refractaria a múltiples fármacos, y que son pacientes con una vida marcada por la migraña".

En segundo lugar, cree necesario tener un alto índice de sospecha clínica para detectar otras formas de cefalea que suelen ser más frecuentes en este grupo de edad, y en tercer lugar se encuentra el hecho de considerar al paciente de forma global, de forma que se analicen las enfermedades asociadas y se individualicen las terapias.