MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El dolor neuropático, que podría afectar a más de 3 millones de personas, es uno de los tipos de dolor más complejos, tanto en diagnóstico como en tratamiento, denuncia la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Mundial del Dolor que se celebra este martes.
La complejidad de este dolor, que se caracteriza por ser el dolor que aparece como consecuencia de una lesión en el sistema nervioso o por un mal funcionamiento de éste, engloba diferentes etiologías, mecanismos fisiopatológicos y manifestaciones clínicas.
Este es el motivo que hace que se desconozca la prevalencia exacta en España, no obstante, estima que estas cifras podrían rondar valores entre el 6 y el 8% de la población. No obstante, diversos estudios señalan que el número de nuevos casos de dolor neuropático crece cada año como consecuencia del aumento de la expectativa de vida, a distintas enfermedades como la diabetes, cáncer, traumatismos, múltiples enfermedades neurológicas, así como a infecciones, exposición a sustancias tóxicas, etc.
"Aunque los síntomas del dolor neuropático son muy variables, es común que los pacientes experimenten, de una forma muy intensa, síntomas dolorosos similares a una corriente eléctrica o quemazón, ante estímulos comunes", explica el doctor Pedro Bermejo Velasco, Coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la SEN.
Esto ocurre porque el cerebro de una persona que padece dolor neuropático interpreta estímulos sensoriales normales, como puede ser una caricia, un roce a un objeto, un ligero aumento de temperatura, como si fueran sensaciones muy dolorosas.
"Aunque este dolor no tiene ninguna función biológica, conlleva alteraciones físicas y emocionales que dificultan profundamente la vida de quienes lo padecen. Es dolor muy incapacitante y su manejo constituye un reto para los profesionales sanitarios, añade.
DETERIORA LA CALIDAD DE VIDA
Según los últimos estudios realizados en España, el 85% de los pacientes con dolor neuropático presentan un deterioro significativo en su calidad de vida. Además, el dolor neuropático se asocia de forma muy frecuente a la ansiedad (en el 63% de los casos) y a la depresión (56%); representa el 25 por ciento de las consultas por dolor que se producen en los centros de salud, "unas cifras realmente altas, sobre todo teniendo en cuenta que la consulta por dolor supone el 50% de las visitas a Atención Primaria".
Actualmente, el cuadro de dolor neuropático dura más de 12 meses en más del 65% de los pacientes y entre un 40-70% de los pacientes con dolor neuropático aún no han conseguido un control completo del dolor. "El dolor neuropático no responde a analgésicos convencionales ni a antiinflamatorios. Los fármacos utilizados son antidepresivos, opiáceos, antiepilépticos, que muestran una reducción del dolor del 30 al 50% en aproximadamente un 50% de los pacientes tratados", señala Bermejo.
La sociedad médica confía en que los avances que se han producido en el conocimiento de los mecanismos fisiopatológicos implicados en esta dolencia ofrezcan nuevas esperanzas en el tratamiento en los próximos años. Mientras, Bermejo recuerda que en el tratamiento se debe considerar el abordaje multidisciplinar, "en el cual se incluya no sólo el tratamiento farmacológico, sino también fisioterapia, tratamiento psicológico y otras modalidades terapéuticas".